Alfabetización de IA en las universidades: una forma de fortalecer la democracia y la participación social


A medida que se extiende la preocupación por la inteligencia artificial (IA), muchos temen su impacto en los empleos, la educación e incluso la democracia misma. Desde el lanzamiento de ChatGPT a fines de 2022, las discusiones sobre IA se han intensificado, especialmente en los círculos académicos. Los críticos advierten que la tecnología está estrechamente vinculada a la mala conducta académica, especialmente en términos de plagio y trampa. Sin embargo, algunos expertos educativos afirman que, en lugar de ser dañinos, los estudiantes aprenden a usar IA éticamente y de manera responsable, podrían mejorar su participación como ciudadanos.

Al explorar este potencial, un educador enfatiza la intersección significativa entre la IA y la alfabetización social en la educación posterior al segundo. Aunque la historia a menudo ofrece una sombría elección entre la IA que conduce a la caída o la mejora, esta dicotomía pasa por alto la complejidad del problema. Abrazar la IA como una herramienta para promover la participación social puede permitir a los estudiantes convertirse en mejores ciudadanos que puedan tener sentido para la sociedad.

La alfabetización cívica incluye descansar a los estudiantes con el conocimiento y las habilidades para participar activamente en el cambio social. Históricamente, las universidades desempeñaron un papel en la enseñanza de esta responsabilidad social, aunque muchas instituciones han dejado gradualmente este deber con el tiempo. El panorama educativo, especialmente en el contexto de la modernidad occidental, ha visto universidades que se centran en difundir el conocimiento y, al mismo tiempo, poner el cultivo de obligaciones sociales fuera de juego.

En discusiones recientes, la necesidad de integrar la alfabetización digital y la IA en varias disciplinas académicas se ha convertido en una oportunidad para mejorar la participación democrática. Tradicionalmente, este enfoque se limita principalmente a las humanidades y las ciencias sociales, por lo que a menudo se descuidan los campos de voz. Sin embargo, la complejidad del panorama político actual requiere que todos los estudiantes, independientemente de la disciplina, desarrollen habilidades de pensamiento crítico que sean esenciales para la ciudadanía informada.

La preocupación por la fiabilidad de la IA contribuye al llamado a un enfoque cauteloso. Los críticos señalan que los modelos de IA a menudo pierden la profundidad del razonamiento humano, fortalecen los prejuicios y producen información engañosa. La ausencia de una política institucional extensa con respecto al uso de IA empeora estas preocupaciones. Al alentar a los estudiantes a evaluar críticamente el contenido generado por la IA, los maestros pueden mejorar la capacidad de los estudiantes para navegar en un entorno de información cada vez más complejo.

La integración de la alfabetización de IA en los planes de estudio educativos es ofrecer a los estudiantes las herramientas necesarias para cuestionar la validez y la confiabilidad de la información, que es vital para la ciudadanía concienzuda. El desarrollo de estas competencias será esencial para que los estudiantes asuman los desafíos ubicuos de la información incorrecta y la polarización política en los tiempos modernos.

Sin embargo, la precaución está justificada. La dependencia de la IA para las tareas cognitivas, a veces conocidas como «descarga cognitiva», causa riesgos reales. Para evitar esto, los educadores abogan por una pedagogía que enfatiza el análisis humano de las salidas de IA, que promueven ciudadanos más exigentes. Mientras observamos el futuro, comprender y usar el potencial de la IA para mejorar la alfabetización social puede ser crucial para la salud de la democracia.



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