Al menos 61 personas han sido confirmadas a muerte en los recientes huelgas israelíes en Gaza, incluidos dos civiles que buscan ayuda, mientras que la crisis humanitaria en la región continúa deteriorándose. La Agencia de Ayuda y Obras (UNRWA) de las Naciones Unidas ha informado un aumento alarmante en la desnutrición en niños en medio del asedio persistente.
El martes, una importante incursión aérea israelí en el campo de refugiados de Shati en el norte de Gaza resultó en al menos 23 muertes e innumerables lesiones, según fuentes médicas. En el sur de Gaza, otro ataque estaba dirigido a un punto de distribución auxiliar administrado por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), que condujo a la muerte de dos mujeres y las heridas de otras 30. Los funcionarios de la ONU han indicado que desde que comenzaron las actividades del GHF a fines de mayo, alrededor de 875 personas han muerto mientras intentan obtener acceso a ayuda vital.
La defensa civil palestina informó que sus equipos de rescate transportaron al menos 18 mártires y docenas de víctimas de «heridas», principalmente como resultado de ataques aéreos en el norte de Gaza. Al mismo tiempo, las autoridades militares israelíes emitieron una orden de división forzada para los palestinos que inhabitan 16 regiones en el norte, incluida Jabalia, donde los residentes se encuentran en la división. refugio y trepada para evacuar sin suficiente transporte o combustible.
Supuestamente, una huelga israelí golpeó una tienda de campaña en la ciudad de Gaza donde las familias desplazadas habían encontrado un escondite temporal y reclamaron seis vidas, según la Agencia de Defensa Civil.
Esta escalada en la violencia coincide con advertencias sombrías de UNRWA con respecto a los porcentajes crecientes de desnutrición en niños en Gaza. El general de Unrwa, Philippe Lazzarini, declaró que uno de cada diez niños ahora ha sido desnutrido desde principios de 2024, por lo que esta crisis se atribuye al bloqueo israelí en los últimos cuatro meses, que está «desarrollado y hecho por humanos».
En un desarrollo relacionado, los ministros de la Unión Europea se reunieron en Bruselas para abordar los crecientes llamados a la acción contra Israel a la luz de la situación humanitaria deteriorada. La Chef de Política Exterior de la UE Kaja Kallas propuso diez medidas potenciales, incluida la suspensión de los acuerdos comerciales, los embargos de armas y las sanciones contra los ministros israelíes. Sin embargo, los ministros no pudieron llegar a un consenso sobre acciones inmediatas durante esta reunión.
Kallas enfatizó que la intención de las medidas propuestas no es castigar a Israel, sino facilitar las mejoras en las circunstancias en Gaza. Esta conversación viene en el contexto de un acuerdo anterior entre Kallas y el ministro de Relaciones Exteriores israelí Gideon Saar, quien tenía como objetivo mejorar el flujo de acciones críticas a la costa y la CLAVE asediados, hogar de 2.3 millones de personas que sufren de un ataque y bloqueo a largo plazo.
A pesar de la apertura de algunos cruces fronterizos de ayuda, los funcionarios de la UE han expresado insatisfacción y señalan que la cantidad de ayuda que alcanza Gaza sigue siendo insuficiente para iluminar las terribles circunstancias. Varios estados miembros de la UE, incluidos Irlanda y España, han expresado la necesidad de una reevaluación de la relación de la UE con Israel, en particular a la luz de los hallazgos que indican posibles violaciones de los derechos humanos.
Las manifestaciones públicas en toda Europa también se intensifican, por las cuales los manifestantes exigen acciones más fuertes y efectivas para detener las operaciones militares de Israel en Gaza. Los proponentes de los derechos humanos han pedido sanciones para presionar a Israel en cumplimiento, advirtiendo el potencial de complicidad si la UE sigue siendo pasiva.
Las respuestas de las organizaciones de derechos humanos han sido cruciales, con Agnes Callamard de Amnistía Internacional etiquetando la actitud actual de la UE como ‘cobardía política’, que enfatiza la urgente necesidad de acciones concretas para asustar aún más y para garantizar la ayuda humanitaria que las personas que necesitan han logrado.