En una entrevista reciente, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky expresó su decepción por la vacilación del presidente estadounidense Donald Trump a la hora de aprobar la solicitud de Kiev de misiles Tomahawk de largo alcance. Esta solicitud forma parte de la estrategia de Ucrania para fortalecer sus capacidades militares en el actual conflicto con Rusia. En declaraciones en el programa «Meet the Press» de NBC, Zelensky describió la respuesta de Trump a la entrega del misil como ambigua, afirmando que si bien el presidente «no dijo ‘no’, tampoco dijo ‘sí'».
Durante su llamada con Trump en la Casa Blanca, Zelensky destacó los desafíos que enfrenta Ucrania si depende exclusivamente de sus propios activos militares, especialmente drones. Hizo hincapié en la necesidad de misiles Tomahawk para un enfoque “mixto” de la lucha, aclarando que Ucrania pretende utilizarlos de manera similar a Rusia y subrayando la importancia de aumentar las capacidades operativas de Ucrania.
Zelensky destacó además que durante su reunión, Trump expresó su preocupación de que el lanzamiento de estos misiles podría no estar en consonancia con los intereses estadounidenses, aunque no proporcionó más detalles. Más tarde, Trump dijo a los periodistas que el suministro de Tomahawks es un tema complejo y sugirió que la atención debería centrarse en alcanzar una resolución al conflicto. Al señalar la importancia de buscar un fin pacífico a la guerra, alentó tanto a Rusia como a Ucrania a reevaluar sus posiciones.
Los comentarios se produjeron tras una llamada telefónica entre Trump y el presidente ruso Vladimir Putin, en la que acordaron celebrar otra reunión en Budapest después de una cumbre anterior en Alaska. Este telón de fondo apunta a un enredo diplomático mientras Estados Unidos navega en su relación tanto con Ucrania como con Rusia.
Rusia ha respondido a la situación con advertencias sobre las consecuencias de armar a Ucrania con Tomahawks. Dmitry Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, hizo sonar la alarma en las redes sociales, sugiriendo que la mención de Trump sobre la ayuda militar podría tener graves consecuencias, especialmente para el presidente de Estados Unidos.
Por el contrario, Zelenskiy concluyó que los temores de Putin de que las armas estadounidenses de largo alcance lleguen a Ucrania reflejan una preocupación más profunda por parte de Rusia. «Creo que Putin tiene miedo de que Estados Unidos nos suministre Tomahawks», dijo, añadiendo que el potencial de utilizar armas tan avanzadas es algo que Moscú desea evitar. El diálogo destaca el delicado equilibrio en las relaciones internacionales en torno al conflicto en Ucrania y las tensiones geopolíticas en curso entre Estados Unidos y Rusia.