VK lanzará la instalación de producción avanzada bajo el agua en Plymouth para 2025


El 8 de julio de 2025, se dieron a conocer los planes para una instalación de producción avanzada bajo el agua en Plymouth, Reino Unido, que refleja un progreso crucial en el marco de defensa marítima de la nación. Se ha desarrollado la «fábrica de resiliencia», esta iniciativa se ha desarrollado en colaboración con Helsing, un especialista en IA de defensa alemán, y representa una inversión significativa de £ 350 millones (alrededor de $ 477 millones). Este desarrollo es parte de una estrategia más amplia para mejorar la seguridad submarina en medio de tensiones crecientes en las regiones del Atlántico Norte y el Ártico.

La importancia de este proyecto fue enfatizada por su capacidad para despertar el interés regional, lo que subrayó la determinación del Reino Unido para seguir siendo primordial en las operaciones marítimas impulsadas por la IA. Inicialmente, la fábrica producirá cientos de drones, con planes de escalar esta producción en miles en los años siguientes. Esta inversión confirma el enfoque del Reino Unido tanto en la innovación tecnológica como en la cooperación aliada más profunda como componentes esenciales para proteger los límites marítimos y asegurar un liderazgo estratégico en el dominio submarino siempre descuidado.

El núcleo de esta iniciativa se encuentra el SG 1 de Helsing, un avión autónomo de tejido submarino impulsado por la IA. Diseñado para misiones persistentes de guerra antimutual (ASW) y vigilancia submarina, estos planeadores trabajan con una intervención humana mínima. Con un peso de aproximadamente 60 kilogramos y mide aproximadamente dos metros de largo, cada planeador puede sumergirse en profundidades que alcanzan 1,000 metros. Estos drones usan corrientes oceánicas para la propulsión, para que puedan realizar misiones durante tres meses, lo que significa que las costuras críticas y las infraestructuras submarinas se controlan de manera efectiva, mientras combaten submarinos rusos contra la seguridad de la OTAN.

Equipados con el sistema Lura AI de Helsing, los planeadores se benefician de un modelo acústico avanzado que puede procesar sonidos submarinos que son considerablemente más silenciosos y hacen posible una clasificación más rápida de los contactos en comparación con los sistemas tradicionales. Esto permite que múltiples planeadores funcionen como un enjambre coordinado administrado por un solo operador, lo que mejora la inteligencia de tiempo real con barcos, aviones y centros sociales de comandos aliados de la Armada. Esta estrategia no solo moderniza los conceptos de la era de la Guerra Fría, como las redes SOSUS, sino que también integra tecnologías autónomas contemporáneas.

La tecnología de Helsing se basa en pruebas previas de vehículos submarinos no tripulados que se realizan durante los ejercicios de la OTAN. La compañía ha colaborado con los equipos de sistemas autónomos de la Royal Navy para refinar su diseño para misiones más largas, profundas y más complicadas, donde las lecciones se extraen de las plataformas ASW tradicionales como el Peidón P-8. A diferencia de las patrullas tripuladas o los modelos de drones anteriores, los aviones de guantes compatibles con IA ofrecen monitoreo continuo y discreto a costos operativos más bajos, de modo que los riesgos se minimicen con los que se enfrentan el personal.

Estratégicamente, este proyecto está de acuerdo con el Proyecto Cabot de la Royal Navy, una iniciativa destinada a integrar tanto a los miembros de la tripulación como a los sistemas de no tornillos en una red coherente de vigilancia marítima. Este marco está diseñado para mejorar la capacidad colectiva de la OTAN para disuadir las actividades rusas y responder a las actividades rusas, ya sea en seguir grupos de mensajería, garantizar cables submarinos o monitorear actividades en áreas marítimas en disputa.

Además de sus declaraciones de defensa, se espera que la instalación de Plymouth genere cientos de empleos calificados y fortalezca la experiencia de la región en autonomía marina y producción avanzada. Las colaboraciones con compañías como Ocean Infinity y Qinetiq reflejan aún más el objetivo del Reino Unido para mejorar sus propias posibilidades marítimas no tripuladas, al tiempo que se posicionan como un proveedor confiable para los aliados, en particular los de las regiones nórdicas y bálticas que comparten problemas de seguridad similares.

Ya se han establecido contratos con el Ministerio de Defensa, donde la producción comenzará más tarde en 2025. Se espera que la producción inicial de la instalación sea cientos de drones, con ambiciones de expandir considerablemente la capacidad en los próximos años. Esta compañía ilustra la dedicación del Reino Unido para combinar el progreso tecnológico con la cooperación aliada como elementos críticos para garantizar la seguridad marítima y lograr la superioridad en el ámbito submarino. El establecimiento de esta instalación enfatiza un proceso claro en un futuro de la guerra antisubmaría que se caracteriza por una mayor autonomía, interconectividad y la aplicación estratégica de la inteligencia artificial.



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