Casi una de cada 10 mujeres que sirven en el ejército británico ha informado haber sido expuesta a agresiones u otras formas de actividad sexual no consensuada durante el año pasado, según la primera encuesta oficial sobre acoso sexual en las fuerzas armadas. La encuesta, publicada por el Ministerio de Defensa (MoD), encontró que un tercio del personal militar femenino experimentó manoseos o tocamientos que las hicieron sentir incómodas. De manera alarmante, dos tercios informaron haber experimentado al menos una forma de acoso o conducta sexual, lo cual fue significativamente más alto que las tasas reportadas por sus homólogos masculinos en el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.
Louise Sandher-Jones, Ministra de Asuntos Públicos del Ministerio de Defensa, calificó los hallazgos de “completamente inaceptables” y enfatizó que estos resultados servirían como base para abordar las causas fundamentales de estos problemas. En respuesta a la investigación, se desplegarán equipos de especialistas en ubicaciones militares clave, incluida la guarnición de entrenamiento del ejército en Catterick y la base naval en Plymouth, para combatir ese comportamiento inaceptable. Ya hay planes para programas de intervención adicionales en bases militares, con el objetivo de introducir medidas similares en la base de Akrotiri en Chipre el próximo año.
El ejército ha sufrido una serie de incidentes graves relacionados con violaciones, agresiones y acoso sexual en los últimos años, que involucran a varias unidades, incluido el Servicio de Submarinos de la Royal Navy y el equipo de exhibición Red Arrows de la RAF. Un caso notable involucró a un ex sargento mayor del ejército, que fue sentenciado a seis meses de prisión por agredir sexualmente a un soldado de 19 años, Jaysley Beck, en julio de 2021. Trágicamente, Beck se quitó la vida después de que oficiales superiores no llevaron a cabo una investigación exhaustiva sobre el incidente.
Los hallazgos del estudio son sorprendentes: el 67% de las mujeres en el ejército regular informaron haber experimentado algún tipo de acoso o conducta sexual en el último año, en comparación con sólo el 34% de los hombres. Del personal femenino, el 8% informó haber participado en actividades sexuales sin su consentimiento durante el último año, en comparación con el 1% de los hombres. Esto incluye incidentes graves, pero fue formulado por el Ministerio de Defensa para reflejar experiencias personales en lugar de confirmar actos criminales. Además, el 32% de las mujeres reportaron haber sido tocadas de manera inapropiada, mientras que el 21% dijo haber recibido mensajes sexuales no solicitados. El informe también señaló que el 42% de las mujeres habían experimentado miradas fijas o miradas lascivas no deseadas, en comparación con el 9% de los hombres.
Emma Norton, directora del Centro de Justicia Militar, señaló que los hallazgos reflejan trágicamente las experiencias de clientas, que constantemente informan niveles excesivos de acoso sexual. Aunque este comportamiento es común, muchas mujeres dudan en denunciarlo; sólo un pequeño porcentaje (12% formal y 20% informal) ha presentado quejas. Alrededor del 10% acudió a la policía.
Además, el 18% de los incidentes de acoso contra mujeres denunciados involucraron a un oficial superior como autor, mientras que el 13% de los incidentes que involucraron a hombres entraron en la misma categoría. Aproximadamente la mitad de los perpetradores parecían provenir de los rangos inferiores, lo que pone de relieve un problema cultural más amplio dentro de la estructura militar.
Actualmente, hay aproximadamente 16.300 mujeres en las fuerzas armadas, lo que representa el 11,9% de la fuerza laboral total. El Departamento de Defensa se ha fijado el objetivo de aumentar el reclutamiento de mujeres al 30% para finales de esta década como parte de los esfuerzos para eliminar el acoso sexual y el comportamiento ilegal. Sin embargo, los expertos se muestran escépticos sobre la viabilidad de este objetivo. Un informe del profesor Anthony King de la Universidad de Exeter, completado hace más de un año y hecho público a través de una solicitud de Libertad de Información, señala que la cultura «masculina codificada» del ejército plantea desafíos importantes para lograr tales cambios demográficos. Afirmó que se necesitan reformas sustanciales para pasar de una institución tradicionalmente masculina a un entorno más profesional.
El mariscal jefe del aire Rich Knighton, jefe de las fuerzas armadas, subrayó la necesidad de “erradicar activamente el comportamiento inaceptable” para mantener la reputación mundial del ejército. Enfatizó que la capacitación, la educación y el compromiso con los estándares establecidos serán fundamentales para impulsar los cambios necesarios dentro de las Fuerzas Armadas.



