Un juez federal bloquea durante dos semanas el despliegue de la Guardia Nacional de Trump en Illinois


Un juez federal en Chicago bloqueó temporalmente el despliegue de cientos de soldados de la Guardia Nacional en el estado de Illinois, citando preocupaciones de que tal medida empeoraría las tensiones sobre las políticas de inmigración en curso lideradas por la administración Trump. La medida se produce en medio del escrutinio nacional sobre la postura agresiva del gobierno sobre la deportación, que ha llevado a protestas generalizadas y acusaciones de abusos de derechos.

La jueza federal de distrito April Perry expresó su preocupación durante una audiencia y dijo que enviar tropas de la Guardia Civil para ayudar con el control de la inmigración «añadiría más leña al fuego». Su fallo se produce pocos días después de que otro juez en Portland, Oregón, detuviera un esfuerzo similar en respuesta a las crecientes tensiones sobre la aplicación de la ley de inmigración. Se espera que pronto se publique una orden escrita completa que describa los motivos de la decisión de Perry.

La demanda, presentada por la ciudad de Chicago y el estado de Illinois, tiene como objetivo bloquear el despliegue de tropas de Illinois y Texas. La acción legal subraya las preocupaciones de la ciudad sobre la escalada de la situación en un centro de inmigración en Broadview, donde algunos guardias ya estaban presentes cuando Perry manejó el caso. Los observadores han señalado que las afirmaciones de la administración sobre protestas violentas relacionadas con las instalaciones de inmigración carecen de pruebas suficientes, como destacó Perry en su decisión.

El juez Perry se refirió a otro fallo de Chicago, que limitó temporalmente la capacidad de los agentes federales de usar la fuerza para dispersar multitudes. Esto se produjo en respuesta a las denuncias de manifestantes y periodistas sobre el uso excesivo de fuerza por parte de agentes federales en el centro Broadview.

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Perry enfatizó que las acciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) llevaron a estas protestas, afirmando que una mayor presencia militar probablemente inflamaría la situación en lugar de traer la paz. Este sentimiento se refleja en una narrativa más amplia en torno a las políticas del presidente Trump, particularmente en sus recientes comentarios en los que aboga por el encarcelamiento de funcionarios demócratas en Illinois que se oponen a su estrategia de deportación masiva.

En medio de estos acontecimientos, un tribunal federal de apelaciones en San Francisco insinuó que podría revocar el fallo que prohibía el despliegue de tropas en Portland, despejando el camino para que más soldados de la Guardia Nacional ingresen a esa ciudad. La administración afirma que la presencia de estas fuerzas es fundamental para proteger a los agentes de inmigración y sus instalaciones, retratando a Chicago como un entorno peligroso digno de una intervención militar.

El presidente Trump incluso ha sugerido que podría invocar la Ley de Insurrección (una ley federal que permite el uso militar para restablecer el orden en caso de una insurrección) si enfrenta resistencia de los líderes locales. Esta ley se utilizó por última vez en 1992 para abordar los disturbios de Los Ángeles tras la absolución de los agentes de policía que habían golpeado a Rodney King. El despliegue resultó en violencia significativa y pérdida de vidas en ese momento.

A medida que la situación continúa desarrollándose, las consecuencias jurídicas y sociales de estas políticas siguen estando en el centro del discurso nacional. Los funcionarios locales, líderes comunitarios y defensores están observando de cerca estos acontecimientos mientras navegan por el complejo panorama de la aplicación de la ley de inmigración y los derechos civiles.



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