Un presunto ataque con drones rusos en la región ucraniana de Odesa ha causado daños importantes al petrolero turco, el MT Orinda. El barco que transportaba gas licuado de petróleo fue atacado mientras lo descargaban en el puerto de Izmail. El incidente provocó un incendio a bordo, lo que provocó la evacuación de los 16 miembros de la tripulación y el inicio de medidas de emergencia al otro lado del río en Rumania.
Las autoridades rumanas evacuaron a los residentes de las aldeas cercanas al río Danubio, especialmente Plauru y Ceatalchioi en la provincia de Tulcea, mientras un espeso humo negro salía del camión cisterna. Imágenes de la zona mostraban el barco envuelto en llamas, lo que subrayaba el peligro inmediato del ataque.
El incidente ocurrió apenas un día después de que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, anunciara la finalización de un acuerdo que permitiría la importación de gas natural licuado estadounidense a través de la región, y se espera que los suministros fluyan desde un puerto del norte de Grecia hacia Odesa a partir de enero. El ataque sigue un patrón de crecientes ataques rusos a la infraestructura portuaria y energética de Ucrania, especialmente en la región de Odesa.
Oleh Kiper, jefe militar regional, indicó que los drones fueron responsables de varios incendios y daños a barcos civiles en la zona. Mientras tanto, el Ministerio de Defensa rumano confirmó que sus sistemas de radar habían detectado varios objetivos aéreos en la región, aunque señaló que no se habían producido incursiones en el espacio aéreo rumano durante la noche. Atribuyeron la actividad a operaciones militares rusas dirigidas a zonas de Ucrania cercanas a la frontera con Rumania.
La situación ha aumentado las preocupaciones de seguridad de la OTAN, ya que la alianza ha seguido de cerca los acontecimientos y recientemente ha ampliado las operaciones de defensa aérea en respuesta al aumento de la agresión rusa cerca de las fronteras de los estados miembros. El Corredor del Danubio ha adquirido importancia estratégica para Ucrania, especialmente después de la retirada de Rusia del Acuerdo de Cereales del Mar Negro negociado por la ONU en 2023.
El acuerdo del presidente Zelensky con los proveedores de gas estadounidenses es un paso crucial para fortalecer la seguridad energética de Ucrania mientras el país continúa enfrentando bombardeos brutales de su infraestructura energética. El conflicto en curso y las amenazas asociadas han mantenido a la región en alerta máxima al tiempo que subrayan la complejidad del panorama geopolítico en Europa del Este.



