La guerra en Ucrania ha visto una escalada considerable en el uso de la tecnología de drones, que proporciona el desarrollo de sistemas avanzados de defensa aérea para combatir esta creciente amenaza. Durante la exposición de Iron Demo 2025 en LVIV, el propio Besomar de Ucrania introdujo el Besomar 3210, un nuevo Dron de Interceptor que está especialmente diseñado para enfrentar la frecuencia y refinamiento creciente de los ataques de drones rusos.
A diferencia de los drones tradicionales de Kamikaze que se destruyen al impacto, el Besomar 3210 está diseñado para la reutilización. Este innovador dron está equipado con una escopeta de calibre 12 integrada en la nariz y está vinculada a un sistema de incendios automatizado, para que pueda involucrar objetivos sin la necesidad de entrada piloto durante los momentos críticos. Esto es especialmente de importancia vital en un teatro donde la velocidad es esencial, dado que las tropas rusas han aumentado sus ataques aéreos y han lanzado más de 6,000 drones contra Ucrania en julio, un número sin precedentes desde el comienzo de la invasión. En un período total de tres meses, alrededor de 15,700 drones estuvieron involucrados en ataques directos.
El Besomar 3210 se lanza desde una catapulta terrestre, con una resistencia de aproximadamente 60 minutos. Puede alcanzar una velocidad de crucero de hasta 150 km/h para operaciones persistentes y puede esparear hasta 200 km/h para interceptar amenazas rápidamente. El diseño se centra en neutralizar drones rusos como Gerbera y Geran-2, siendo este último una variante del Iraní Shahed-136. Equipado con una cámara térmica, el Besomar 3210 puede encontrar y seguir de manera efectiva los objetivos tanto de día como de noche.
El mecanismo de disparo automatizado del dron, vinculado a un sensor orientado hacia adelante, se activa tan pronto como un objetivo de antemano una ‘zona de matar’ predeterminada, sujeta a confirmación piloto. Esta capacidad está destinada a reducir el retraso inherente en los tiempos de respuesta humana, especialmente en escenarios donde los drones se mueven de manera rápida e impredecible.
El Besomar 3210 actualmente tiene dos cartuchos, pero el fabricante reclama la posibilidad de duplicar esta capacidad. Cada cartucho libera varios proyectiles, lo que mejora la posibilidad de una intercepción exitosa en series cortas, generalmente hasta 20 metros. Sin embargo, los operadores enfrentan el desafío de cerrar la distancia para garantizar la orientación óptima.
En un nivel tecnológico, el dron utiliza un sistema de comunicación de espectro de extensión de salto de frecuencia (FHSS), lo que hace que sea más difícil detectar las señales y atascarte es una característica importante dadas las posibilidades de contra-drone del ejército ruso. El Geran-2-Drone ha visto progresos que contienen funciones de videos y guerra electrónica, y con el apoyo de una robusta cadena de suministro industrial reforzada por los componentes chinos, Rusia quiere producir un máximo de 40,000 drones Geran-2 en 2025.
En respuesta, Ucrania acelera la producción de sus intercepciones, con el presidente Volodyymyr Zenskyy luchando por una producción de meta de 1,000 sistemas todos los días. Esto es favorable comparar con la producción estimada de Rusia de aproximadamente 170 drones Geran-2 por día. Diferentes fabricantes ucranianos investigan varios diseños, incluidos los quadcopters equipados con varias escopetas y drones impulsados por jet con funciones automatizadas.
La introducción del Besomar 3210 significa un eje en la dirección de estrategias innovadoras para la lucha aérea a la luz de la dinámica que cambia rápidamente del campo de batalla. Los analistas sugieren que el aumento de las interscordronas podría conducir a escenarios de combate de dron-on-drone, porque las plataformas de ataque comienzan a integrar contramedidas especializadas. Con su combinación de reutilización práctica, armamento automatizado y resiliencia, el Besomar 3210 incorpora la evolución continua en la guerra en la que los sistemas no tripulados se están volviendo constantemente dominantes.
Mientras que Ucrania enfrenta amenazas persistentes de drones, el uso de interceptores avanzados como el Besomar 3210 subraya una estrategia versátil para mantener la superioridad del aire. Esta estrategia no solo incluye la guerra electrónica y las defensas convencionales, sino también la innovación tecnológica que está específicamente diseñada para adaptarse a los desafíos de las peleas aéreas modernas.