En un acontecimiento importante en el conflicto en curso en Ucrania, las fuerzas ucranianas informaron el domingo de la destrucción histórica de dos aviones anfibios rusos Be-12 “Chaika”. Esta es la primera vez en la historia que los Be-12, conocidos por su papel en patrullas marítimas y operaciones antisubmarinas, son derribados. El ataque fue llevado a cabo por la unidad especial “Fantasmas” de Ucrania en el territorio de Crimea ocupado por Rusia, según confirmó la Dirección de Inteligencia de Ucrania (HUR).
Los Be-12, descritos por la inteligencia occidental como un «importante activo ruso», se utilizaron principalmente para patrullar y cazar drones navales ucranianos. Los aviones, denominados por la OTAN como Mail, se introdujeron en la década de 1960 y están equipados con tecnología avanzada de detección de submarinos. Según los informes, los aviones operaban desde bases en Crimea, una región bajo control ruso desde 2014, y desempeñaban un papel clave en el seguimiento de la creciente flota de drones navales de Ucrania que podían atacar objetivos marítimos.
Las imágenes de satélite de 2022 revelaron varios Be-12 con base en la base aérea de Kacha en Crimea, pero el número exacto de aviones operativos sigue siendo incierto. El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos señaló que el inventario de Rusia podría incluir sólo un puñado de estos aviones, algunos de los cuales supuestamente tenían una función de búsqueda y rescate en lugar de una función antisubmarina activa.
La pérdida del avión Be-12 se produce en medio de un ajuste estratégico más amplio por parte de Rusia, que ha alejado en gran medida la Flota del Mar Negro de Ucrania para aumentar su seguridad. Este reposicionamiento fue provocado por exitosos ataques con drones navales ucranianos, que impactaron significativamente las operaciones navales rusas y dañaron varios barcos y puertos.
Además, HUR informó que el ataque del domingo no sólo derribó los dos Be-12, sino que también resultó en la destrucción de un helicóptero Mi-8, un avión multiusos de la era soviética comúnmente utilizado para el transporte pero también capaz de desempeñar funciones armadas. El Mi-8 fue desplegado durante la invasión rusa y sufrió numerosas pérdidas a manos de las fuerzas ucranianas.
A medida que las unidades ucranianas intensifican sus esfuerzos contra la Crimea ocupada por Rusia, este fin de semana reivindicaron nuevos ataques contra tres helicópteros Mi-8 adicionales y un sistema de radar Nebo-U. El conflicto en curso ha dejado a ambas partes sufriendo importantes pérdidas de aviones, y el espacio aéreo sobre Ucrania sigue siendo muy disputado ya que ninguno de los militares ha logrado alcanzar la superioridad aérea.
Los últimos acontecimientos subrayan la determinación de Ucrania de mantener la presión sobre las fuerzas rusas y explotar sus capacidades navales a pesar de la falta de una armada convencional. Los resultados de estas operaciones podrían tener un impacto duradero en la dinámica estratégica del conflicto a medida que se vuelve cada vez más complejo.