El presidente Donald Trump se sometió este viernes a lo que llamó un «examen físico semestral» en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, según confirmó la Casa Blanca antes de la visita. Este chequeo médico se produce mientras Trump se prepara para un próximo viaje a Oriente Medio tras un acuerdo de alto el fuego en el conflicto en curso entre Israel y Hamás.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, caracterizó el nombramiento como un «chequeo anual de rutina», aunque sigue al examen físico anual de Trump en abril. Trump salió de la Casa Blanca alrededor de las 10:45 a. m. y regresó alrededor de las 2:15 p. m., un poco antes de lo previsto, pero no se dirigió a los periodistas que esperaban sus comentarios. Hasta el momento, la Casa Blanca no ha proporcionado ninguna información sobre los resultados de los recientes exámenes.
En una interacción anterior con los periodistas, Trump calificó la cita como un «examen físico semestral», lo que indica una continuación de las evaluaciones de salud periódicas. «Creo que estoy en muy buena forma, pero se lo haré saber», dijo en la Oficina Oval, dando señal de confianza en su bienestar.
Su último examen físico en abril confirmó que estaba “plenamente apto” para servir como comandante en jefe, destacando un resumen de tres páginas del Capitán de la Armada Sean Barbabella. El informe indicó que Trump había perdido 20 libras desde junio de 2020 y describió que su estilo de vida activo benefició significativamente su salud, especialmente a sus 79 años.
En julio, Trump supuestamente se sometió a un chequeo por una leve hinchazón en la parte inferior de sus piernas, lo que llevó a un diagnóstico de insuficiencia venosa crónica, una afección común en los adultos mayores que afecta el flujo sanguíneo en las venas. Tras este diagnóstico, las pruebas médicas de la Casa Blanca reiteraron que la afección puede provocar que la sangre se acumule en las piernas, lo que podría provocar más complicaciones de salud.
La evaluación anterior realizada en abril también incluyó una evaluación de la función cognitiva, que Trump aprobó. En cuanto a la divulgación de información de salud, queda en gran medida a discreción del presidente, pero la Casa Blanca ha optado previamente por publicar detalles para sofocar los rumores sobre la salud de Trump, especialmente después de que apareció con moretones en las manos.
El tema de la salud a menudo ha jugado un papel importante en la narrativa política de Trump, ya que ha planteado preguntas sobre la aptitud física y cognitiva del rival demócrata, el presidente Joe Biden. En comparación, Biden ha demostrado constantemente su capacidad para servir. Sin embargo, el panorama político cambió cuando Biden abandonó la carrera presidencial de 2024 después de que un desafiante desempeño en el debate generó preocupaciones sobre su idoneidad.