El presidente Donald Trump defiende un cambio significativo en la forma en que las empresas que cotizan enumeran su desempeño financiero, y sugiere que el requisito de informes trimestrales ganadores será reemplazado por un sistema de informes de medio año. En una publicación en las redes sociales sobre Truth Social, Trump pidió que los gobernantes de valores llamaron para cambiar de las decisiones trimestrales a largo plazo a un informe de seis meses. Esta propuesta viene en respuesta a lo que Trump describe como la naturaleza difícil de los requisitos de informes actuales, lo que sugiere que los recursos ahorrarían y permitirían que la gestión empresarial se concentre en actividades en lugar de estadísticas financieras a corto plazo.
Desde 1970, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) ha impuesto un informe financiero trimestral para las empresas cotizadas. La solicitud de Trump de reconsiderar la SEC para reconsiderar este requisito se aplicó durante su primer mandato, pero en ese momento no se hicieron cambios. Los defensores de la mitad de los informes anuales afirman que el modelo actual es una prohibición de costo y le resta valor a la planificación estratégica a largo plazo, porque los líderes empresariales pueden exagerarse al alcanzar objetivos trimestrales del trimestre.
La bolsa de valores a largo plazo (LTSE), que promueve un enfoque en prácticas comerciales sostenibles a largo plazo, ha repetido este sentimiento. Este mes, LTSE Planes anunció que enviará la SEC para un turno a informes ganadores de seis meses, mientras que las compañías aún obtienen la opción de informar trimestralmente si lo desean. Maliz Reds, el CEO de LTSE, enfatizó que esta petición es un movimiento crucial para promover empresas que prioricen el crecimiento permanente sobre los resultados financieros inmediatos.
Por el contrario, los partidarios del status quo afirman que los informes trimestrales de Win ofrecen actualizaciones esenciales de los inversores sobre la salud financiera de una empresa y advierten sobre cualquier riesgo emergente. Un análisis reciente de David S. Koo, una contabilidad de maestros de la universidad en la Universidad George Mason, enfatizó que con mayor frecuencia informar a los inversores a menudo ofrece una comprensión más clara y extensa del estado de una empresa y perspectivas futuras. Koo señaló que la decisión inicial de la SEC en 1970 de implementar cada informe de tres meses fue impulsada por una economía que se recuperó de la Segunda Guerra Mundial, que se enfrentó a desafíos durante las siguientes recesiones. Este cambio tenía la intención de reducir la asimetría de información entre empresas e inversores, brindando a los inversores información oportuna sobre el desempeño financiero de una empresa, especialmente durante el declive.
El debate sobre la frecuencia de los informes financieros continúa, lo que refleja discusiones más amplias sobre el gobierno corporativo, la transparencia y el equilibrio entre el desempeño a corto plazo y los objetivos estratégicos a largo plazo.