La tensión se intensificó en Portland, Oregon, porque el gas lacrimógeno y el humo rodean a los agentes de agencias de aplicación de la inmigración y aduanas (ICE), mientras que los manifestantes protestaron contra la política de inmigración del presidente Donald Trump el 1 de septiembre de 2025. Los disturbios fueron el movimiento hacia el movimiento del movimiento. «
En una publicación en las redes sociales, Trump declaró que ordenó al Ministerio de Defensa «que ofreciera a todas las tropas necesarias para proteger la guerra», con el énfasis en su intención de tomar medidas fuertes en medio de las protestas continuas que, según él, fueron alimentados por grupos como Antifa. El presidente indicó que su administración considera estas protestas como un asedio contra las instalaciones de hielo, lo que requirió una reacción militar robusta.
Los detalles alrededor de la implementación de la tropa siguen siendo escasos, porque la Casa Blanca aún no tiene que proporcionar claridad sobre los plazos o los tipos de fuerzas que estarían involucradas. Anteriormente, Trump amenazó acciones similares en ciudades como Chicago, pero no continuó con ellas. Los observadores notaron que el número de tropas está prevista para Memphis, Tennessee, considerablemente más bajo que el enviado a ciudades más grandes para operaciones anteriores.
Esta escalada en la autoridad federal sigue una serie de incidentes violentos, incluido el trágico asesinato del activista Charlie Kirk, quien atribuyó a Trump a elementos radicales en el panorama político. Su administración ha tenido que lidiar con el creciente control sobre el manejo de protestas y disturbios civiles, especialmente durante las operaciones que han visto el uso de la Guardia Nacional y el personal militar activo en ciudades como Los Ángeles y Washington, DC, DC,
Portland ha sido un punto central de diferentes opiniones, en el que la instalación de hielo experimenta demostraciones frecuentes. Las colisiones entre los manifestantes y la aplicación de la ley han provocado lesiones en ambos lados, con diferentes activistas acusados de abuso. La reciente aparición de una guillotina en una protesta condujo a una estricta convicción del Departamento de Seguridad Nacional y la caracterizó como «comportamiento aflojado».
En los comentarios de la Oficina Oval, Trump se refirió a los manifestantes como «agitadores y anarquistas profesionales», lo que declaró que la acción inmediata era esencial para restaurar el orden. Solo unos días antes de describir las condiciones de vida en Portland como «como la vida en el infierno», lo que indica la dedicación de su administración para intervenir en lo que él considera una amenaza importante para la seguridad pública.
El liderazgo local, sin embargo, estaba en contra de estas acciones federales. El alcalde Keith Wilson, de Portland, declaró públicamente que no había pedido y no necesitaba una intervención federal para administrar las protestas. Hizo hincapié en los esfuerzos de la ciudad para mantener un equilibrio entre proteger la libertad de expresión y abordar casos de violencia y daño material.
En Memphis, Tennessee, la anticipación se acumula en los preparativos para la llegada de las tropas de la Guardia Nacional. El gobernador republicano Bill Lee confirmó que esta apuesta es parte de una estrategia paraguas para fortalecer los esfuerzos contra el crimen en la ciudad. La situación tanto en Portland como en Memphis refleja un debate nacional más amplio sobre la intervención federal y el gobierno local en tiempos de disturbios civiles, mientras que las comunidades navegan a través de la complejidad de la protesta, la seguridad y el discurso político.