En un avivamiento sorprendente de una rivalidad a largo plazo, el ex presidente Donald Trump gobernó su enemistad con la comediante Rosie O’Donnell a través de una posición provocativa sobre Truth Social. El sábado, Trump sugirió que está considerando retirar la ciudadanía estadounidense de O’Donnell y afirmó que es una «amenaza para la humanidad» y debería regresar a Irlanda. Sin embargo, su reclamo no tiene terreno legal, ya que la Constitución estadounidense, en particular la Enmienda 14, garantiza la ciudadanía a cualquier persona nacida en suelo estadounidense, incluido O’Donnell, que proviene de Commack, Nueva York.
Los comentarios de Trump se producen en medio de los intentos fallidos de su administración para cambiar las leyes de ciudadanía, en particular con respecto a los niños de los no ciudadanos. Además, ha preguntado por el estatus legal del candidato al alcalde demócrata de la ciudad de Nueva York, Zohran Mamdani, a pesar de que no hay evidencia de que Mamdani sea ilegal en los Estados Unidos. Mamdani, originario de Uganda, se convirtió en ciudadano naturalizado en 2018.
O’Donnell no perdió el tiempo respondiendo al puesto de Trump y lo vio por su constante obsesión con ella. En una respuesta de Instagram, bromeó: «Hola Donald, ¿estás sacudido de nuevo? 18 años después y todavía vivo en ese cerebro colapsante tuyo». Luego describió las cualidades que Trump supuestamente teme por ella: ser una «mujer ruidosa», una «mujer extraña» y una madre veraz.
Curiosamente, su Instagram contenía una imagen de Trump junto a Jeffrey Epstein, el famoso financiero cuyo legado se vio empañado por las acusaciones de comercio sexual. Este guiño surgió un reclamo controvertido de la administración de Trump que no reveló una evaluación exhaustiva de los archivos de Epstein, una declaración que incluso ha criticado a los medios conservadores.
Para más bromas, O’Donnell Trump comparó al rey Joffrey de la tan ampliada serie «Juego de Tronos», que lo desafió a tratar de retirar su ciudadanía. «No soy tuyo para silenciar el silencio; nunca fui», agregó, y enfatizó su resistencia a su autoridad.
La crítica de O’Donnell no es nueva; De Veke comenzó en 2006 cuando criticó a Trump sobre el desfile de Miss USA durante su mandato sobre ‘la vista’. Sus ganchos intercambiados se intensificaron durante la campaña presidencial de Trump 2015, donde fue conocido por la televisión nacional mientras discutía sus diferentes comentarios sobre las mujeres.
Más recientemente, O’Donnell anunció su mudanza a Irlanda a principios de 2025 y explicó que consideraría regresar a los Estados Unidos cuando se convierta en un lugar más seguro para que todos los ciudadanos disfruten de la igualdad de derechos. Esta explicación parece haber hecho nervios con Trump, quien comentó sobre su movimiento durante una visita del primer ministro irlandés, Micheál, y se preguntó por qué Irlanda O’Donnell agradecería, cree que su presencia podría tener una influencia negativa para influir en su felicidad.
El intercambio renovado entre Trump y O’Donnell subraya la compleja interacción de las celebridades y la política, para ilustrar cómo pueden ser las quejas personales en el ámbito público, en particular a través de las plataformas de redes sociales.