En medio de los problemas actuales exacerbados por el cierre del gobierno, un donante destacado ha aportado una importante contribución financiera. Se dice que Timothy Mellon, multimillonario y heredero de la influyente fortuna bancaria de Mellon, es el benefactor anónimo que contribuyó con 130 millones de dólares para apoyar a las tropas estadounidenses durante este período tumultuoso. El presidente Trump anunció la donación y caracterizó a Mellon como un «amigo» y un «patriota» que prefiere mantenerse fuera del centro de atención.
Mellon, que proviene de un legado de riqueza e influencia política, tiene un historial de realizar contribuciones sustanciales a las campañas republicanas. Recientemente donó 100 millones de dólares a entidades que apoyan a Trump y Robert F. Kennedy Jr. durante la carrera presidencial de 2024. A pesar de sus generosas donaciones políticas, sus motivaciones para tales acciones siguen siendo en gran medida opacas. Históricamente, Mellon ha expresado su apoyo a diversas causas, incluido el feminismo y el ambientalismo, aunque sus opiniones políticas parecen haberse desplazado hacia la derecha en los últimos años.
El Pentágono confirmó la recepción del dinero, que está destinado a compensar los salarios militares durante el cierre del gobierno. Sin embargo, los expertos legales han expresado su preocupación sobre la legalidad de aceptar una donación tan sustancial. La Ley Antideficiencia prohíbe a las agencias federales gastar más dinero que las asignaciones del Congreso o aceptar trabajo voluntario. Los críticos argumentan que las recompensas militares no deberían depender de una donación privada, advirtiendo que esto plantea serias cuestiones éticas.
Organizaciones como Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington han criticado la dependencia de donaciones anónimas para financiar servicios gubernamentales, argumentando que la financiación pública debería provenir principalmente del pueblo estadounidense y no de benefactores privados ricos.
Si bien la donación de 130 millones de dólares es significativa, es una fracción del enorme presupuesto necesario para apoyar las operaciones del Pentágono y pagar a las tropas estadounidenses. A principios de este mes, se informó que la administración Trump había redirigido 8 mil millones de dólares destinados a investigación para garantizar que el personal militar siguiera recibiendo sus cheques de pago durante el cierre.
Mientras los legisladores maniobran a través de esta compleja situación, la continua dependencia de las donaciones privadas pone de relieve una tendencia preocupante en el financiamiento gubernamental y plantea importantes interrogantes sobre la influencia de la riqueza en las políticas públicas.
 
                