Las secuelas de las devastadoras lluvias torrenciales de la semana pasada en México han revelado una sombría realidad: el número de muertos ha aumentado a 64. La tragedia ha dejado a otras 65 personas desaparecidas mientras las operaciones de búsqueda y rescate se intensificaban en comunidades aisladas por deslizamientos de tierra. La coordinadora de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa, mantuvo informada a la nación durante la conferencia de prensa diaria de la presidenta Claudia Sheinbaum, subrayando la urgencia de la situación.
Las autoridades civiles han movilizado importantes recursos y Sheinbaum enfatizó que el gobierno no reducirá sus esfuerzos mientras el país permanece en estado de emergencia. Se han desplegado miles de tropas en la región afectada, especialmente en el norte de Veracruz, donde unas 80 comunidades siguen siendo inaccesibles por carretera. Sheinbaum advirtió que podrían pasar varios días antes de que se pueda establecer el acceso a estas áreas, destacando los desafíos logísticos para garantizar que lleguen suficientes suministros de alimentos y agua a quienes los necesitan.
Las primeras estimaciones dicen que alrededor de 100.000 viviendas se han visto afectadas, y algunas viviendas cercanas a los ríos «prácticamente han desaparecido». El alcance de la devastación en cinco estados es cada vez más claro, especialmente después de la reciente visita de Sheinbaum a áreas más afectadas en Puebla y Veracruz. Durante su visita, prometió acelerar la respuesta del gobierno a la escalada de la crisis.
Un desglose del número de víctimas muestra que el estado de Veracruz fue el que más sufrió, con 29 muertes reportadas. Además, en el estado de Hidalgo se produjeron 21 víctimas mortales, mientras que en Puebla se perdieron al menos 13 vidas. También se confirmó que un niño murió a consecuencia de un deslizamiento de tierra en el central estado de Querétaro.
A medida que continúan los esfuerzos de recuperación, los funcionarios siguen concentrados en abordar las necesidades inmediatas de los afectados por las tormentas, con una comunicación clara sobre el apoyo continuo de varios niveles de gobierno.