SpaceX está a punto de dar un salto significativo en la conectividad global a Internet mientras se prepara para implementar una actualización de su constelación de satélites Starlink. Los satélites de tercera generación, conocidos como Starlink V3, están destinados a brindar servicios de Internet que rivalicen con la fibra óptica tradicional en velocidad y confiabilidad. A diferencia de iteraciones anteriores que se centraron principalmente en comunidades rurales desatendidas, los satélites V3 están siendo diseñados para atender a una gama más amplia de entornos, incluidos aquellos donde la infraestructura de Internet convencional es inadecuada.
Estos avances llegan en un momento en que la demanda de actividades de gran ancho de banda, como la transmisión de vídeo y la computación en la nube, se extiende más allá de los confines tradicionales de los hogares y las oficinas. Ya sea en obras remotas o a bordo de un avión que vuela a una altitud de unos 10.000 metros, la necesidad de una Internet rápida y fiable es ahora universal. La primera característica notable de los satélites V3 es su capacidad, cada uno de los cuales pesa aproximadamente 2.000 kilogramos y puede proporcionar hasta 1 terabit por segundo (Tbps) de ancho de banda. Esto representa un aumento diez veces mayor en comparación con sus predecesores. Dado su tamaño, los satélites V3 se lanzarán exclusivamente en el Starship de próxima generación de SpaceX, que puede transportar múltiples satélites en cada misión.
Junto con el lanzamiento del satélite, SpaceX ha introducido una nueva antena parabólica “Performance”, diseñada específicamente para su uso en entornos resistentes y exigentes. Con un precio de $1,999, este plato está dirigido a clientes comerciales estadounidenses en industrias como la construcción, la agricultura, la logística y la respuesta a emergencias. El plato está construido para ser resistente, puede funcionar en temperaturas extremas y está certificado para uso en movimiento, lo que lo hace adecuado para vehículos, barcos y otras plataformas móviles. Con un menor consumo de energía que los modelos anteriores y una vida útil de hasta diez años, esta evolución subraya el compromiso de Starlink de ampliar sus capacidades de red.
Uno de los aspectos más innovadores de Starlink es su aplicación en la aviación. En asociación con United Airlines, Starlink está implementando Wi-Fi de alta velocidad en vuelos comerciales selectos. Las pruebas iniciales a bordo de un Boeing 737-800 han demostrado que las velocidades de descarga están constantemente por encima de los 250 Mbps. Esta nueva capacidad utiliza satélites en órbita terrestre baja, lo que reduce drásticamente la latencia en comparación con los servicios tradicionales de Internet en vuelo que dependen de satélites ubicados mucho más arriba en órbita geoestacionaria. Como resultado, los pasajeros pueden disfrutar de una experiencia en línea más fluida, permitiendo videollamadas y streaming de alta definición en pleno vuelo.
La integración de la tecnología Starlink en la flota de United ya está en marcha, y los trabajos de modernización se llevan a cabo a un ritmo de aproximadamente 15 aviones por mes. Esta actualización permite una conectividad continua de puerto a puerto, lo que ofrece un beneficio significativo para el usuario en un momento en el que el trabajo remoto se está volviendo más común.
La ampliación de la constelación Starlink V3 depende de la preparación operativa de Starship, el vehículo de lanzamiento súper pesado de SpaceX aún en desarrollo. Aunque ya se han probado con despliegues de satélites simulados, las capacidades operativas completas de Starship son esenciales para lanzar eficazmente los satélites V3. Una vez implementada, la constelación V3 podría proporcionar hasta 60 Tbps de capacidad total de enlace descendente, abordando los problemas de congestión de la red, especialmente en áreas urbanas densas.
Dadas las proyecciones actuales, los primeros lanzamientos operativos de los satélites Starlink V3 podrían ocurrir a fines de 2025 o principios de 2026, dependiendo de las pruebas en curso y las aprobaciones regulatorias. A medida que este proyecto se desarrolle, promete transformar la accesibilidad a Internet en todas las industrias y entornos, marcando el comienzo de una nueva era de conectividad.