La llegada de Sheikh Hasina a la India el 5 de agosto de 2024 marcó un momento importante en su tumultuoso viaje político, mientras buscaba refugio de las protestas generalizadas en Bangladesh. Su avión militar aterrizó en la base aérea de Hindon en Ghaziabad, marcando una retirada que recuerda a la de hace casi medio siglo, cuando encontró asilo por primera vez en la India.
En 1975, Hasina y su hermana quedaron varadas en el extranjero mientras su padre, Sheikh Sheikh Mujibur Rahman, el primer presidente de Bangladesh, fue asesinado junto con la mayor parte de su familia en un golpe militar. Sin otra opción, las hermanas recurrieron a la India, que había sido un aliado crucial durante la guerra de liberación de Bangladesh contra Pakistán. La primera ministra india, Indira Gandhi, concedió asilo político a Hasina en ese momento, lo que le permitió a ella y a su familia vivir en Delhi bajo una identidad supuesta durante casi seis años.
Durante ese tiempo, Hasina cultivó relaciones políticas cruciales y construyó fuertes vínculos con líderes indios influyentes. Un vínculo notable fue con el ex presidente Pranab Mukherjee, quien siguió siendo un valioso amigo a lo largo de su carrera política. La gratitud de Hasina hacia Mukherjee duró mucho después de su regreso a Bangladesh, ya que continuó enviándole regalos hasta su muerte, lo que refleja la cálida relación que compartían.
El regreso de Hasina a la India subraya ahora el vínculo duradero entre los dos países, que sigue desempeñando un papel crucial en su vida y carrera política. Mientras navega por las tensiones actuales en Bangladesh, es probable que su dependencia de sus vínculos históricos con la India siga siendo un factor importante en su estrategia política.



