Las tensiones en el campo del deporte y la cultura aumentan a medida que las protestas contra la participación de Israel en eventos internacionales en toda Europa. Los manifestantes que se oponen a la participación de un equipo israelí, lo que enfatiza el creciente descontento público con respecto a las acciones de Israel en Gaza. En un incidente separado en Polonia, un juego de baloncesto se caracterizó por espectadores que secaron el himno nacional israelí y enfatizaron aún más el regreso contra la representación israelí en las arenas deportivas globales. Además, varios países europeos están considerando un boicot del próximo concurso de canciones de Eurovisión si Israel puede competir.
Los disturbios recientes reflejan las críticas crecientes de Israel relacionadas con la crisis humanitaria en Gaza, con algunas voces que Israel evoca para ser tratadas de manera similar a Rusia, que ha tenido que lidiar con extensas sanciones y exclusiones de eventos deportivos en todo el mundo después de la invasión de Ukraine en 2022 (IOC) y Feom, según FIFA y FIFA. Contra Israel, con referencia a los motivos legales de acción, no están satisfechos, en contraste con el caso de Rusia.
El primer ministro español, Pedro Sánchez, fortaleció el debate al apoyar públicamente las llamadas de apoyo para un boicot deportivo contra Israel, argumentando la exclusión hasta que termine la violencia en Gaza. Esta declaración ha llevado a la emisora pública de España y funcionarios de otros tres países europeos que advierten que pueden retirarse del concurso de canciones de Eurovisión como Israel.
En las últimas semanas, un grupo de figuras en la industria de Hollywood también ha prometido boicotear las instituciones de cine israelíes como resultado de sentimientos artísticos y culturales más amplios que intentan bailar desde Israel en medio de conflictos constantes. Los comentarios de Sánchez llevaron a una feroz respuesta de los funcionarios israelíes, incluido el Ministro de Asuntos Exteriores Gideon Saar, quien etiquetó al líder español como «antisemita y un mentiroso».
La reacción del COI a la controversia, según lo articulado por el director ejecutivo Christophe Dubi, sugiere que las circunstancias que rodean la situación de Israel no justifican el mismo tratamiento que el de Rusia, porque Israel no violó la Carta Olímpica. Además, las competiciones de fútbol europeas no han impuesto ninguna restricción contra el juego de equipos de Israel, lo que demuestra una falta de oposición unida contra la participación israelí en el deporte.
Esta escena de reacción recuerda a los boycots deportivos internacionales anteriores, en particular contra Sudáfrica durante la era del apartheid, que duró hasta principios de la década de 1990. Aunque no existe un movimiento formal para aislar a Israel, como con Sudáfrica y Rusia, algunos observadores señalan que la posición de España puede significar una marea cambiante de opinión pública, especialmente dada la influencia del país en el fútbol global como un futuro invitado de la Copa del Mundo.
Las consecuencias de la posición de España siguen siendo inciertas porque ningún otro líder ha repitido los sentimientos de Sánchez para una exclusión absoluta de Israel de deportes internacionales. Sin embargo, las tensiones son claras, ya que los legisladores británicos instaron a la UEFA a cancelar un próximo partido de la Europa League entre Aston Villa y el club israelí Maccabi Tel Aviv. Los problemas de débito sobre la seguridad de los fanáticos y la armonía comunitaria han agregado la presión sobre las organizaciones deportivas con respecto a sus compromisos con los equipos israelíes.
Mientras las protestas se intensifican, las federaciones deportivas en toda Europa expresan su inconveniente sobre competir contra los equipos israelíes y expresar el deseo de evitar escenarios no deseados y al mismo tiempo reconocer su falta de opciones entre las regulaciones actuales. En particular, los jefes de las federaciones de baloncesto y fútbol de países que están planeados para jugar a Israel han reconocido públicamente la sensibilidad de la situación, pero se sienten obligados por las reglas de la FIFA, que pierden pérdidas por no participación.
Las protestas de los fanáticos contra los equipos israelíes ocurren cada vez más en Europa, ilustradas por incidentes en los que pancartas y canciones han perturbado competiciones y eventos. En el tenis, la preocupación por la seguridad condujo a acuerdos con puerta cerrada que involucraron a jugadores israelíes en Canadá, en medio de las llamadas de la comunidad de atletas locales para la cancelación de juegos a la luz de la situación humanitaria.
Aunque los eventos anteriores de boycots internacionales parecen muy lejos, el clima actual sugiere un posible cambio en la percepción con respecto a la participación de Israel en eventos deportivos y culturales mundiales. Los observadores siguen alertas sobre cómo evolucionan estas discusiones, especialmente en vista del hecho de que el panorama de las relaciones internacionales puede cambiar rápidamente en respuesta a los sentimientos públicos y los desarrollos políticos.