El 3 de noviembre, un monumento histórico de Roma, la Torre dei Conti, se derrumbó parcialmente durante los trabajos de restauración, lo que provocó un trágico incidente que provocó la muerte de un trabajador. La torre del siglo XIII, ubicada cerca del icónico Coliseo, se derrumbó ese mismo día, derramando escombros sobre las calles y creando una espesa nube de polvo sobre el centro histórico de la ciudad. Unos 90 minutos después se produjo un colapso parcial posterior, lo que generó preocupaciones de seguridad en el área.
Los bomberos respondieron rápidamente al lugar e instalaron con éxito una barrera protectora alrededor de la estructura antes del segundo colapso, reduciendo significativamente el riesgo de más lesiones. A pesar de estos esfuerzos, un trabajador rumano, identificado como Octay Stroici, de 43 años, fue rescatado de los escombros pero luego sucumbió a sus heridas en el hospital. Tres trabajadores más fueron rescatados, uno de los cuales se encontraba en estado crítico.
El colapso ha llamado la atención no sólo por sus trágicas consecuencias, sino también por los comentarios insensibles de Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. En una publicación en Telegram, Zakharova atribuyó el colapso al apoyo financiero de Italia a Ucrania, afirmando: “Mientras el gobierno italiano siga desperdiciando dinero inútil de los contribuyentes, toda Italia colapsará, desde la economía hasta las torres”. Se refirió a la ayuda militar de Italia y a las contribuciones de alrededor de 2.500 millones de euros a Ucrania, subrayando que esto es un factor del fracaso estructural.
La respuesta italiana a esta declaración fue rápida y severa. El ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, condenó los comentarios de Zakharova como «vergonzosos e inaceptables». Destacó la insensibilidad mostrada al vincular una tragedia nacional a desacuerdos políticos. A la luz de estos comentarios, Italia pidió al embajador ruso que protestara formalmente por la declaración. El incidente ha provocado indignación en el país y ha puesto de relieve la tensa relación a menudo alimentada por conflictos geopolíticos.
La Dirección de Patrimonio Cultural de Roma informó que los colapsos estructurales afectaron partes críticas de la torre, incluido un contrafuerte y componentes del techo y la escalera, lo que generó dudas sobre el proyecto de restauración que comenzó en junio de 2025. Las inspecciones de seguridad anteriores no habían identificado riesgos importantes, lo que generó preocupaciones del público sobre la efectividad de los esfuerzos de restauración.
A medida que la situación evoluciona, la atención se mantiene en garantizar la seguridad de los trabajadores y preservar el histórico patrimonio arquitectónico de Italia mientras se navega por el tenso panorama político.
                


