El Pentágono realizó una huelga dirigida el viernes por la mañana contra un bote que supuestamente estaba involucrado en el tráfico de drogas frente a la costa de Venezuela. El secretario de Defensa, Pete Hegseeth, confirmó que cuatro personas a bordo del barco fueron asesinadas durante la operación, que describió como parte de los esfuerzos estadounidenses actuales contra las redes de manejo de narco vinculadas a las organizaciones terroristas designadas.
En una declaración en la plataforma de redes sociales X, Hegseeth enfatizó que la inteligencia estadounidense había identificado la nave afectada como un «barco con tráfico de narco», alegando que transportaba cantidades considerables de drogas destinadas a los mercados estadounidenses. Este incidente marca la cuarta participación militar estadounidense contra tales partes, que mató el número total de personas en operaciones similares en las últimas semanas, según las fuentes de la administración.
Las huelgas han dirigido preocupaciones legales y éticas entre los legisladores. El senador Jack Reed, el demócrata en el Comité de Servicios de la Guardia del Senado, expresó su indignación sobre las operaciones y fue que la administración no logró ofrecerles una justificación legal saludable. Reed enfatizó que el Congreso tiene la autoridad constitucional para explicar la guerra, y criticó al presidente por realizar acciones militares sin supervisión del Congreso.
Hegseeth repitió la gravedad de la situación y afirmó que los activos a bordo del barco eran ‘terroristas de narco’ y la huelga enmarcada como un paso necesario para proteger a los ciudadanos estadounidenses contra los peligros del tráfico de drogas. El presidente Trump se hizo eco de estos sentimientos en una función y afirmó que la embarcación interceptada estaba llena de drogas suficientes para posiblemente reclamar la vida de 25,000 a 50,000 personas.
Las imágenes de Hegseeth y Trump representaban el bote justo antes de que fuera el objetivo, aunque no está claro si la operación usaba drones, aviones de combate o cohetes. Estados Unidos ha fortalecido su armada en la región y usa alrededor de 4,000 tropas además de diferentes barcos, incluidos los cazadores de torpedos y una unidad marina, para combatir las actividades de tráfico de drogas.
Los legisladores democráticos e incluso republicanos han expresado su preocupación por las implicaciones de las huelgas, en particular con respecto al estatus legal de las tropas involucradas en tales operaciones. Los informes de la semana pasada indicaron discusiones dentro de la administración con respecto a las posibles ataques sobre los objetivos dentro de Venezuela, que intensifican los temores relacionados con la participación militar sin marcos legales adecuados.
En un reciente portavoz informativo de la Casa Blanca, Anna Kelly, las huelgas y declararon que fueron dirigidos de acuerdo con la ley de conflicto armado para proteger los intereses estadounidenses contra aquellos que intentan traer sustancias nocivas al país. Ella afirmó que la administración está comprometida a confrontar carteles de drogas, lo que lo ha clasificado como grupos armados no estatales que toman medidas que forman un ataque armado contra los Estados Unidos.