Un devastador terremoto se encontró con el este de Afganistán en la noche, con un tamaño de 6.0, que influyó en las regiones alrededor de Jalalabad, un importante centro comercial cerca de la frontera con Pakistán. El epicentro del terremoto estaba a unas 17 millas al este del noreste de Jalalabad en la provincia de Nangarharhar, donde las vibraciones se sintieron en varias áreas, incluidas partes de Pakistán, que se extienden a Islamabad y Delhi.
A raíz del desastre, el ministerio del interior dirigido por los talibanes ha reportado un impresionante número de muertos de al menos 622, con más de mil personas heridas y mucho más temidas por la muerte a medida que los esfuerzos de evaluación continúan en las aldeas remotas. La Autoridad de Gestión de Desastres Kunar inicialmente confirmó 250 muertes y alrededor de 500 lesiones, y enfatizó los desafíos en el uso de regiones montañosas que se complicaron aún más por las lluvias actuales del monzón.
Los informes de los testigos pintan una imagen de pánico durante el terremoto. Ahmad Zameer, un residente de Kabul, ubicado a más de 100 millas del epicentro, describió la conmoción lo suficientemente fuerte como para enviar a la gente a la calle, por temor a que pudieran ser atrapados en el interior. El terremoto ha impuesto estrés adicional a Afganistán, un país que ya está luchando con una de las crisis humanitarias más graves del mundo.
En respuesta a la situación de desarrollo, las Naciones Unidas expresaron su profunda tristeza por la catástrofe y anunciaron que sus equipos ofrecen activamente ayuda de emergencia y apoyo para salvar la vida en el campo. Alexander Matheou, director regional de Asia Pacífico en la Federación Internacional de la Sociedad de Medición Cross y Red Crescent, enfatizó las necesidades inmediatas de agua, refugio y alimentos en las áreas afectadas.
En una muestra de solidaridad, el ministro de Asuntos Exteriores de la India, S. Jaishankar, prometió ayuda a Afganistán durante este tiempo crítico. Los talibanes han alcanzado la ayuda de organizaciones internacionales, ya que el alcance de la destrucción y la pérdida se vuelve cada vez más claro.
Las operaciones de rescate están en marcha, en la que los proveedores de atención y los voluntarios trabajan diligentemente para transportar los heridos a los hospitales. Se han presentado fotos que retratan a las personas lesionadas que reciben tratamiento, porque la urgencia de la situación se intensifica.
Las organizaciones de ayuda como la Cruz Roja son recursos y apoyo para distribuir material auxiliar entre las personas afectadas. La situación de emergencia actual subraya las vulnerabilidades elevadas con las que se enfrenta a la población afgana, especialmente en una región donde muchas casas están construidas a partir del barro y la piedra y están mal equipadas para resistir tales desastres naturales. A medida que las áreas más remotas informan compensación, se espera que aumente el peaje y se alienta a la comunidad internacional a responder con ayuda rápida para aliviar el sufrimiento del pueblo afgano.