En un inquietante informe posterior a la primera fase del acuerdo de paz de Gaza, la madre de Rom Braslavski afirma que su hijo fue obligado a convertirse al Islam durante su cautiverio de 730 días por Hamás. A su regreso, Braslavski describió una experiencia desgarradora de tortura y hambre, contrastando esto con las afirmaciones del grupo militante de proporcionarle alimentos adicionales en un intento de influir en sus creencias religiosas.
“Rom me dijo que abusaron más de él entre abril y julio”, reveló en una entrevista con la emisora pública KAN. Ella describió la brutalidad que enfrentó su hijo y dijo: «Varias veces al día lo golpeaban con un látigo y con cosas que ni siquiera mencionaré. Él las absorbía». Estas acusaciones resaltan el trauma psicológico y físico extremo que experimentan los rehenes en cautiverio.
La madre de Braslavski declaró explícitamente la importancia de que su hijo mantuviera su identidad judía a pesar de estas presiones, afirmando que Hamas lo había tentado con comida y pequeños obsequios para alentar su conversión al Islam. “Él no se derrumbó ni lo hizo”, confirmó, destacando la capacidad de recuperación de su hijo a pesar de la terrible experiencia.
A nivel político, el presidente estadounidense Donald Trump fue noticia poco después de la primera fase del acuerdo de paz. Destacó que el trabajo está lejos de estar completo y subrayó la necesidad de desarmar a Hamás. «Si no se desarman, nosotros los desarmaremos», advirtió, mostrando su voluntad de tomar medidas decisivas si fuera necesario.
Trump reiteró que se había comunicado con Hamás y que el grupo había acordado el desarme, aunque la comunicación pasó indirectamente a través de sus asistentes. Después de regresar de reuniones en Israel y Egipto, declaró: «LOS VEINTE REHENES ESTÁN DE VUELTA Y SE SIENTEN TAN BIEN COMO SE PUEDE ESPERAR. Se ha quitado una gran carga, pero el trabajo NO ESTÁ HECHO», expresando la urgencia de los próximos pasos en el proceso de paz.
También comentó intencionadamente sobre la ausencia de los rehenes fallecidos, afirmando: «¡¡¡LOS MUERTOS NO HAN REGRESADO COMO PROMETIERON! ¡¡¡La segunda fase comienza AHORA!!!» Esta declaración subraya las tensiones actuales mientras el mundo observa la evolución de esta situación compleja y crítica.