El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó la eficacia de las Naciones Unidas y otras instituciones multilaterales durante una conferencia de prensa el sábado. Condenó su fracaso a la hora de proteger a las víctimas del actual conflicto en Gaza y afirmó que estas organizaciones «ya no funcionan». Lula hizo los comentarios después de una reunión bilateral con el primer ministro malasio, Anwar Ibrahim, destinada a fortalecer los lazos entre Brasil y Malasia antes de una próxima cumbre regional, donde se espera que Lula trabaje con el presidente estadounidense, Donald Trump.
Lula expresó su indignación por la continua violencia en Gaza y se preguntó cómo alguien podría aceptar lo que describió como genocidio. Señaló: «Las instituciones multilaterales que fueron creadas para tratar de prevenir estas cosas ya no funcionan. Hoy, el Consejo de Seguridad de la ONU y la ONU ya no funcionan».
En un comentario mordaz, Lula se dirigió indirectamente a Trump, sugiriendo que para un líder, mantener la dignidad y el respeto a sí mismo es más importante que ganar premios como el Premio Nobel. El comentario se produjo cuando Trump estaba a punto de emprender una misión diplomática en Asia, incluidas conversaciones cruciales con el líder chino Xi Jinping después de presenciar la firma de un acuerdo de paz entre Tailandia y Camboya.
Las tensiones entre Estados Unidos y Brasil aumentaron recientemente tras la concesión del Premio Nobel de la Paz a la líder de la oposición venezolana María Corina Machado, quien criticó a la Casa Blanca por ignorar a Trump, quien afirmó que merecía el crédito por resolver varios conflictos internacionales desde que regresó al cargo. Los observadores consideran en gran medida que la afirmación de Trump es exagerada.
En un giro en la relación, Lula y Trump han estado trabajando para arreglar sus diferencias después de un período de tensión, en gran parte debido a los problemas legales que enfrenta el aliado de Trump, el expresidente brasileño Jair Bolsonaro. Tras la condena de Bolsonaro en relación con un intento de golpe fallido y la consiguiente sentencia de prisión de 27 años, Trump tomó medidas de represalia contra el panorama político de Brasil, incluido un aumento significativo de los aranceles a las importaciones brasileñas.
Sin embargo, las interacciones recientes indican un deshielo en las relaciones: Lula y Trump tuvieron una breve reunión en la Asamblea General de la ONU el mes pasado, seguida de una llamada telefónica el 6 de octubre en la que se planteó la posibilidad de una reunión en la cumbre de la ASEAN.



