Según Starbucks Workers United, los trabajadores de todo Estados Unidos realizaron una huelga indefinida el 1 de octubre de 2025, que afectó a más de 40 ciudades e involucró a más de 1.000 baristas en más de 65 tiendas. Esta acción se relaciona con el Día de la Copa Roja, uno de los eventos de ventas más activos del año de Starbucks, y es una respuesta al estancamiento de las negociaciones sobre un acuerdo colectivo entre el sindicato y la cadena de café.
La huelga representa una amenaza potencial para las operaciones de Starbucks durante la temporada navideña, un período que tradicionalmente contribuye a aumentos significativos en las ventas. El nuevo director ejecutivo Brian Niccol quiere mejorar el desempeño de la compañía, especialmente después de que recientemente informó un gran avance en su caída de casi dos años en las ventas en las mismas tiendas. Los datos históricos muestran que huelgas anteriores han afectado a menos del 1% de las tiendas de la empresa, pero la escala de esta protesta actual podría presentar otro desafío.
El sindicato exige mejores horarios, mejores salarios y la resolución de numerosas quejas por prácticas laborales injustas contra Starbucks. Las negociaciones entre las dos partes han estado estancadas desde que las discusiones colapsaron a fines del año pasado. Si bien se intentó una mediación en febrero, los baristas rechazaron notablemente un paquete económico propuesto en abril. La culpa por la ruptura de las conversaciones ha recaído en ambas partes, y continúan las afirmaciones de voluntad de negociar.
Desde su fundación en 2021, Workers United ha crecido hasta representar a más de 12.000 empleados de Starbucks en más de 550 ubicaciones, aunque la empresa lo niega, argumentando que el sindicato solo representa a 9.500 empleados. En una muestra de determinación, los baristas en huelga han amenazado con intensificar sus acciones, con el objetivo de hacer de esta huelga la más larga y grande en la historia de la compañía a menos que se garantice un contrato justo y se aborden las cuestiones de prácticas laborales.
Una portavoz del sindicato, Michelle Eisen, enfatizó su determinación diciendo: «Sin contrato, no hay café», indicando su compromiso de interrumpir las operaciones y ganancias de Starbucks hasta que se cumplan sus demandas.
Antes de la huelga, Starbucks expresó su confianza en seguir atendiendo a los clientes en sus casi 18.000 locales. Un portavoz de la empresa destacó el salario promedio y los beneficios de más de $30 por hora, afirmando que Workers United representa solo una pequeña porción de la fuerza laboral. Starbucks subrayó sus esfuerzos por promover un diálogo constructivo invitando al sindicato a regresar a la mesa de negociaciones.
Sara Kelly, directora socia, reiteró el compromiso de la empresa con una resolución rápida y describió más de treinta acuerdos provisionales alcanzados antes del actual estancamiento. Expresando su esperanza de que se reanuden las discusiones, dijo: “Si ellos están dispuestos a regresar, nosotros estamos dispuestos a hablar”, reforzando la creencia de que se puede llegar a un acuerdo razonable de manera eficiente.



