Los países europeos se enfrentan a una situación peligrosa desafiante, como una coalición de países que se reunen en París para considerar consultas sobre garantías de seguridad para Ucrania después de las hostilidades actuales. Sin detener los incendios a la vista, el enfoque central de las discusiones es garantizar el papel de los Estados Unidos para garantizar la seguridad futura de Ucrania.
Desde unos meses, la llamada «coalición de lo dispuesto» se ha reunido para crear estrategias para la ayuda para Ucrania, incluidos los planes de apoyo militar que están destinados a disuadir a la futura agresión rusa en el caso de un alto el fuego. Figuras clave como el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro británico Keir Starmer han enfatizado la necesidad de la participación estadounidense para cada poder tranquilizador europeo estacionado en Ucrania. Sin embargo, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado su decepción con su homólogo ruso, Vladimir Putin, mientras que al mismo tiempo ha vuelto a exigir un cese, los incendios y no abandonar sanciones económicas más estrictas contra Moscú.
En compromisos diplomáticos recientes, incluida una reunión en Alaska, Trump Putin no pudo influir en detener las operaciones militares. Los esfuerzos para obtener conversaciones entre Putin y el presidente ucraniano Volodymyr Zenskyy tampoco han demostrado ser exitosos. Mientras tanto, las discusiones entre los líderes militares, europeos y de la OTAN han arrojado poco en el camino de garantías concretas destinadas a desalentar futuras acciones militares rusas.
Los expertos han señalado que Europa se encuentra en una situación precaria, incierta sobre el alcance del apoyo estadounidense para la coalición, la naturaleza de potencialmente cesa, el incendio y el cumplimiento estadounidense con las obligaciones hechas anteriormente. La posibilidad de que Putin esté de acuerdo con una parada de las hostilidades sigue siendo baja, porque los funcionarios rusos continúan rechazando las perspectivas de conversaciones de paz.
La coalición consta de alrededor de 30 países, pero el «poder tranquilizador» propuesto, específicamente destinado a proporcionar seguridad para Ucrania, es un subconjunto más pequeño de ese grupo. Naciones como el Reino Unido, Francia y Estonia han indicado la voluntad de enviar tropas a Ucrania para disuadir una mayor agresión de Moscú. Polonia, por otro lado, se centrará en fortalecer la defensa oriental de la OTAN en lugar de enviar tropas a Ucrania, lo que refleja diferentes obligaciones entre los miembros de la coalición.
A pesar de la apertura de Zenskyy para las negociaciones, las posibilidades de cesar, los incendios parecen ser sombríos debido a las opiniones contradictorias del liderazgo estadounidense y ruso. Después de las discusiones con los líderes europeos, Trump cambió su posición, lo que sugiere que se preferiría un acuerdo de paz sin pedir un cese del fuego. Este cambio está más cerca de la estrategia de Rusia para continuar las acciones militares mientras se desarrollan las negociaciones.
Si un incendio de alto el pez o el acuerdo de paz florecen, quedan preguntas sobre su efectividad al dejar a Putin. Los analistas han señalado el papel crucial de la inteligencia estadounidense y la Fuerza Aérea para actividades de seguridad fuera de Ucrania. Sin embargo, existe una notable restricción en Occidente para entrar directamente en un conflicto militar, especialmente con respecto a las posibles consecuencias de la acción contra las violaciones rusas de un cese, los incendios.
Starmer enfatizó la necesidad de una fuerza de coalición de al menos 10,000 tropas, anticipando alrededor de 30,000 al considerar las rotaciones. El Reino Unido puede contribuir con una brigada de 5,000 tropas a la coalición, lo que expresaría preocupación por el uso del personal por parte del Reino Unido para apoyar a Ucrania en comparación con los hombres de la OTAN.
Los funcionarios europeos también sopesan la incertidumbre en torno a las obligaciones estadounidenses lideradas por Trump, en particular porque su administración navega por un paisaje influenciado por los crecientes movimientos populistas en varios países europeos importantes. Este clima político impredecible puede influir en la sostenibilidad de cualquier garantía de seguridad que tenga como objetivo fortalecer a Kiev.
En medio de estas deliberaciones, los analistas sugieren que los países europeos pueden tener que considerar aumentar las inversiones militares en Ucrania en lugar de depender exclusivamente del apoyo estadounidense. El consenso indica que no hay soluciones simples y que cada ruta potencial implica desafíos considerables. La situación sigue siendo complicada y cargada de riesgos, de modo que los líderes europeos exploran diferentes estrategias para garantizar la seguridad de Ucrania en un complejo paisaje geopolitric.