Algunos expertos en nutrición sugieren que el orden en el que consumimos alimentos puede tener consecuencias significativas para la salud durante las comidas. Este concepto, denominado «secuenciación de comidas», argumenta para comenzar las verduras ricas en fibra y no escolares antes de continuar con proteínas, grasas saludables y, en última instancia, carbohidratos. Los expertos creen que esta dieta estructurada puede ayudar a prevenir los picos en los niveles de azúcar en la sangre, promover sentimientos de plenitud y ayudar con el control de peso.
Caroline Susie, una dietista registrada en Dallas, enfatiza los beneficios potenciales de este enfoque, especialmente para las personas que se ocupan de resistencia a la insulina, prediabetes o diabetes tipo 2. Ella explica que comenzar una comida con verduras, seguido de proteínas y grasas saludables, puede reducir los picos de glucosa. Sin embargo, aconseja orientación personalizada para aquellos que viven con diabetes, porque las necesidades individuales pueden variar mucho.
El aumento de los niveles de azúcar en la sangre, conocidos como hiperglucemia, puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, según los hallazgos de UCLA. El manejo de los niveles de azúcar en la sangre es crucial para el tratamiento efectivo de la diabetes y la obesidad.
Investigación reciente publicada en la revista Nutrientes Enfatiza que los pacientes que se adhirieron al método de secuenciación de comidas experimentaron mejoras notables en el control glucémico durante un período de cinco años, mientras que aquellos que no siguieron no mostraron cambios significativos. Sandra J. Arevalo, una dietista registrada con sede en Nueva York, fortalece que el consumo de carbohidratos excesivos puede provocar picos de azúcar, especialmente cuando se comen solos. La combinación de carbohidratos con proteínas y fibras ayuda a amortiguar sus efectos y ralentiza su absorción.
Además de estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, la secuencia de comidas también puede contribuir a la pérdida de peso. Los estudios indican que el consumo de proteínas antes de los carbohidratos refinados puede estimular la liberación de péptido-1 similar a glucagón (GLP-1), una hormona que ralentiza la gástrica y suprime el apetito. Arevalo señala que comenzar una comida con alimentos ricos en fibra no solo promueve una sensación de plenitud, sino que también ayuda a reducir la absorción de azúcar en el torrente sanguíneo.
La calidad alimentaria de los carbohidratos también puede variar considerablemente. Los carbohidratos complejos, como verduras, frijoles y legumbres, son ricos en fibra y digeridos lentamente, lo que resulta en un aumento gradual en los niveles de azúcar en la sangre. Por el contrario, los carbohidratos refinados, como el azúcar, el arroz blanco y la harina blanca, niveles glucémicos más altos, lo que conduce a picos más rápidos en el azúcar en la sangre. Los expertos argumentan que el consumo de fibras de carbohidratos refinados ralentiza su absorción y mantiene niveles más bajos de azúcar en la sangre durante la digestión.
Para ayudar a las personas a tomar decisiones de alimentos más saludables y controlar los niveles de azúcar en la sangre, los expertos recomiendan usar el índice glucémico. Este sistema de evaluación evalúa la rapidez con que diferentes alimentos pueden causar fluctuaciones de azúcar en la sangre.
Para aquellos que están interesados en implementar la secuenciación de comidas en su dieta, Susie describe un enfoque simple: comenzar con vegetales no escolares, seguido de proteínas y grasas saludables, y finalmente consume carbohidratos. Esta práctica puede conducir a «excursiones de glucosa más bajas» durante la digestión.
Tanto Susie como Arevalo enfatizan que la reacción de cada persona puede variar en diferentes planes de comidas, lo que enfatiza la importancia de consultar a un nutricionista dietista registrado reconocido para la planificación de comidas personalizada y el monitoreo de azúcar en la sangre.