Un descubrimiento reciente ha agregado un capítulo fascinante a la historia de la evolución de Pterosaurus, porque los investigadores han identificado una nueva especie llamada Eotephradactylus McIntireae, llamada la «diosa del amanecer del ala de cenizas». Este nombre no es solo un tributo al eje volcánico alrededor del sitio fósil, de modo que los geólogos pueden fechar con precisión el lecho de los huesos, sino también el preferidor del museo Suzanne McIntire, quien desempeñó un papel crucial en el descubrimiento de los pequeños huesos de la especie.
Los hallazgos se publicaron en las valiosas actas de la revista de la Academia Nacional de Ciencias. La investigación dirigida por Kligman y sus colegas sugiere que Eotephradactylus tenía una dieta, principalmente que consistía en pescado escamoso, como lo indican los patrones de desgaste en sus dientes. Este comportamiento depredador indica la adaptación de la especie a su entorno, donde los viejos canales una vez de los círculos de peces.
Kligman enfatiza la posibilidad de descubrir más huesos de eotephradactylus escondidos en formaciones rocosas triásicas similares en todo el mundo, señalando una distribución más amplia de estos primeros reptiles voladores. Las corrientes que mantuvieron, ricas en peces y otras fuentes de alimentos, se conservaron mejor, creando una historia sobre la distribución temprana de Pterosaurus.
El extenso estudio de huesos duró casi diez años y reveló una amplia gama de especies junto a Eotephradactylus. Los investigadores han excavado restos de varios reptiles antiguos, incluidos etosaurios de tipo sordeldier, metoposaurios de techo grandes, vancleaavea tipo dragón y tortugas tempranas con conchas delgadas y cuello puntiagudo.
Kligman señaló la composición única de este antiguo ecosistema, incluidos los seres que dominarían en la era posterior al Triado, como ranas, tortugas y pterosaurios que viven además de las especies arcaicas que están destinadas a la extinción como resultado de un evento masivo de derramamiento. Este descubrimiento enriquece nuestra comprensión de la dinámica evolutiva y las interacciones ecológicas para una era crucial en la historia de la tierra.