Imágenes satelitales recientes han revelado el panorama transformador de la industria petrolera rusa, a medida que Ucrania intensifica sus ataques de largo alcance contra instalaciones energéticas críticas. La frecuencia de estos ataques ha aumentado dramáticamente en los últimos meses, especialmente notable con más de 20 ataques a refinerías de petróleo desde principios de agosto. Esta campaña estratégica apunta a socavar una fuente crucial de ingresos para Moscú, que a su vez apoya su actual esfuerzo bélico contra Ucrania.
Las imágenes producidas por Vantor, una agencia de inteligencia espacial estadounidense, ilustran las medidas que Rusia ha tomado para proteger su infraestructura energética. Una imagen en particular muestra redes anti-drones desplegadas sobre tres tanques de almacenamiento en la refinería de petróleo de Kuybyshevskiy en la región rusa de Samara, lo que destaca hasta dónde llegará Moscú para defender sus instalaciones contra los ataques de drones ucranianos. Este acuerdo, si bien no es nuevo, es un indicador de las estrategias militares adaptativas de Rusia frente a las crecientes amenazas de los drones.
A finales de agosto, las instalaciones de Kuybyshevskiy, ubicadas a unas 500 millas de la frontera con Ucrania, fueron atacadas. En un contexto más amplio, las fuerzas armadas ucranianas y rusas han adoptado ampliamente las redes anti-drones como mecanismo de defensa. Los soldados ucranianos han utilizado técnicas de redes similares para acordonar rutas logísticas vitales, mientras que ambos países han instalado redes en forma de jaulas en los vehículos para reducir las amenazas de los drones.
Kyle Glen, investigador del Centro para la Resiliencia de la Información del Reino Unido, confirmó que desde principios de agosto se han producido 30 ataques a 19 refinerías de petróleo rusas diferentes. El 13 de octubre se produjo un gran incidente que afectó a la terminal petrolera de Feodosia en Crimea, provocando importantes daños y un incendio masivo, según describieron fuentes de seguridad ucranianas. Imágenes de satélite posteriores capturaron una enorme columna de humo que emanaba del lugar dos días después.
El sector energético ruso representa aproximadamente el 20% del PIB de Rusia y desempeña un papel crucial en la financiación de operaciones militares. Por lo tanto, se ha convertido en un punto focal de los ataques ucranianos. La agencia de inteligencia militar ucraniana HUR enfatizó que atacar instalaciones energéticas es crucial para paralizar la logística militar y los recursos financieros de Rusia, lo que en última instancia obstaculiza la capacidad de Rusia para un compromiso militar a largo plazo.
Los funcionarios ucranianos han informado que estos ataques con aviones no tripulados están provocando escasez de combustible en toda Rusia y provocando el cierre de muchas refinerías de petróleo. La Agencia Internacional de Energía ha sugerido que ataques tan profundos podrían obstaculizar significativamente las capacidades de procesamiento de las refinerías rusas hasta bien entrado el próximo año.
Mientras Ucrania continúa sus ataques selectivos contra la infraestructura energética rusa con drones de producción nacional, Rusia sigue comprometida a contrarrestar con sus propios ataques en profundidad contra objetivos civiles y energéticos ucranianos. Estos ataques nocturnos, que a menudo involucran cientos de misiles y drones, plantean un desafío abrumador para los sistemas de defensa aérea de Ucrania. El conflicto en curso está creando un panorama de campos de batalla en los que los recursos energéticos se están convirtiendo en activos estratégicos importantes para ambos países, aumentando aún más lo que está en juego en esta guerra multifacética.