En un estudio innovador que está transformando nuestra comprensión del núcleo de la Vía Láctea, los astrónomos han capturado con éxito la primera evidencia directa de vientos calientes que emanan de Sagitario A. (Sgr A), el agujero negro supermasivo de nuestra Vía Láctea. Este importante descubrimiento proviene de un equipo de investigadores de la Universidad Northwestern que utilizó el radiotelescopio ALMA por primera vez para crear mapas detallados del área que rodea a Sgr A*. Sus hallazgos no sólo revelan la existencia de estos vientos, sino que también proporcionan información sobre los flujos de materia que alimentan el agujero negro, incluida su dirección y pendiente.
Durante años, la naturaleza de Sagitario A ha confundido a los astrónomos. A diferencia de otros agujeros negros supermasivos que emiten chorros brillantes y energéticos, Sgr A se ha mantenido relativamente moderado, lo que lleva a especular que aún debería expulsar poderosos flujos de gas caliente que dan forma al entorno cósmico. Hasta ahora, esos vientos han resultado esquivos. Dirigido por los investigadores Mark Gorski y Elena Murchikova, el equipo utilizó tecnología avanzada de radiotelescopios para descubrir evidencia convincente de vientos calientes en la región alrededor del agujero negro.
Las observaciones revelaron una gran brecha en forma de cono alrededor de Sgr A*, donde el gas frío es desplazado por el gas caliente. Este fenómeno, teorizado desde hace mucho tiempo pero no confirmado previamente, representa un avance crucial en el estudio de los agujeros negros galácticos. La energía necesaria para generar este viento es asombrosa (aproximadamente equivalente a la de 25.000 soles irradiando a la vez), lo que sugiere que el propio agujero negro es la fuente de este inmenso poder.
¿Qué hace que Sgr A? su actitud relativamente tranquila es especial; no produce las mismas intensas explosiones de energía que otros agujeros negros del universo. Los científicos lo han descrito como un «gigante silencioso», y han observado cómo su actividad moderada contrasta marcadamente con los agujeros negros tremendamente activos observados en otras galaxias. Por ejemplo, las burbujas de Fermi (estructuras masivas de gas caliente en forma de globos que se encuentran por encima y por debajo del plano de la Vía Láctea) sugieren que Sgr. Una vez mostró un comportamiento más activo caracterizado por potentes chorros.
A pesar del estado actual de baja energía, el descubrimiento de vientos calientes indica que Sgr A* permanece activo, influyendo en su entorno inmediato y regulando las entradas de gas. Este flujo de salida juega un papel crucial en el control de la temperatura y la presión dentro de la galaxia, influyendo así en la evolución y dinámica general de galaxias como la nuestra.
El mapeo detallado del equipo de investigación alrededor de Sgr A ha revelado una estructura importante: un claro vacío en forma de cono en el gas frío, que coincide estrechamente con los datos de rayos X de alta energía. Esta característica única sirve como evidencia convincente de la emisión activa de vientos calientes del agujero negro, lo que indica que aunque Sgr A Puede que no muestre una actividad visible dramática, pero continúa exhibiendo un comportamiento esencial para comprender su papel en el entorno cósmico más amplio.
El astrofísico Younsi destacó la complejidad que subyace al estudio de Sgr A*, señalando que si bien la masa del agujero negro está bien determinada por las observaciones, su ángulo de inclinación aún está mal definido. El descubrimiento del cono, junto con su relación con los datos de rayos X, proporciona una claridad valiosa a los esfuerzos de investigación en curso.
La identificación de estos vientos cálidos es más importante que las observaciones inmediatas; también proporciona información crucial sobre la orientación del agujero negro. Al analizar el flujo direccional de salida, los científicos pueden comprender mejor los ángulos en los que la materia gira en espiral hacia adentro, lo que podría proporcionar pistas sobre el momento angular y la geometría del agujero negro.
Curiosamente, uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio fue la presencia de gas frío cerca de Sgr A.. Tradicionalmente, la región alrededor de un agujero negro se considera un ambiente hostil y calentado, probablemente desprovisto de formas gaseosas frías. Sin embargo, el telescopio ALMA reveló estos reservorios fríos a solo unos años luz de Sgr A.lo que sugiere que podrían desempeñar un papel crucial en la alimentación de Sgr A* a través de erupciones periódicas.
Estas frías nubes de gas también pueden servir como sitios para la formación de estrellas, fusionándose potencialmente para crear nuevas estrellas antes de ser consumidas por el agujero negro o evaporadas por el viento caliente que produce. Esta interacción dinámica entre gases fríos y calientes es una parte esencial de los procesos de retroalimentación que impulsan la evolución galáctica, arrojando luz sobre las complejas relaciones que gobiernan nuestra galaxia y más allá.