El presidente lituano, Gitanas Nausėda, ha dado la alarma sobre una reciente incursión en el espacio aéreo de aviones militares rusos, condenando el incidente como una grave violación de la integridad territorial de Lituania. La violación tuvo lugar el jueves por la noche, lo que llevó a Nausėda a expresar su preocupación a través de la plataforma de redes sociales.
En respuesta a la infracción, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Lituania anunció planes para convocar a representantes de la embajada rusa en Vilnius para protestar formalmente por la redada. Este incidente se suma a la creciente lista de preocupaciones entre los países bálticos, que se han vuelto cada vez más ansiosos por las actividades militares de Rusia a la luz del conflicto en curso en Ucrania. En las últimas semanas se han producido una serie de incidentes inexplicables con drones y violaciones del espacio aéreo por parte de aviones militares rusos, lo que ha llevado a algunos funcionarios a especular que el presidente Vladimir Putin podría poner a prueba las respuestas defensivas de la OTAN.
En la incursión militar participaron dos aviones rusos, identificados como un SU-30 y un avión cisterna IL-78, que entraron en el espacio aéreo lituano durante unos 700 metros (o 765 yardas) antes de despegar después de unos 18 segundos, según las Fuerzas Armadas de Lituania. La intrusión tuvo lugar alrededor de las 6 de la tarde, hora local, y las autoridades lituanas sospechan que los aviones estaban realizando ejercicios de reabastecimiento de combustible en relación con operaciones en el cercano enclave ruso de Kaliningrado.
En respuesta a la infracción, dos aviones de combate españoles que actualmente desempeñan tareas de vigilancia aérea de la OTAN fueron enviados a la zona para monitorear la situación. Mientras tanto, ese mismo día, Nausėda participó en una cumbre en el edificio del Consejo Europeo en Bruselas, donde los líderes de la UE respaldaron una iniciativa destinada a fortalecer las capacidades de defensa europeas contra amenazas externas para finales de la década. La iniciativa, conocida como Readiness 2030, tiene como objetivo garantizar que los países europeos estén suficientemente preparados para posibles enfrentamientos.
Aunque Moscú aún no ha comentado sobre el incidente, las crecientes tensiones y las provocaciones militares han intensificado las discusiones entre los estados miembros de la OTAN sobre estrategias de seguridad colectiva a la luz de las amenazas percibidas de Rusia.



