En un comienzo emocionante de la temporada, Estados Unidos se enfrentó a los Bravos de Juárez el día 1 del torneo de apertura de la Liga MX de 2025. Este juego significó el regreso de Igor Lichnovsky, quien fue tomado en cuenta nuevamente con el entrenamiento TAF después de casi un año fuera del campo.
La coordinación del entrenador André Jardine fue sorprendente y reveló cambios curiosos, con jugadores que no habían tenido actividades previas bajo su orden. Lichnovsky, una pieza importante en la dos cambiación del club, ocupó el cargo de Central en una defensa que también incluía a Rodolfo Cota, Dagoberto Espinoza, Sebastián Cáceres y Christian Borja. El centro del campo y el ataque consistieron en Ralph Orquin, Alan Cervantes, Erick Sánchez, Alejandro Zendjas, Brian Rodríguez y Rodrigo Aguirre.
El regreso de Lichnovsky significó mucho para el equipo y los fanáticos, especialmente en vista del hecho de que su último juego con los Eagles fue el 17 de agosto de 2024, cuando Estados Unidos sufrió una derrota contra Colorado en la Copa de Ligas. Desde esa reunión, la defensa chilena tuvo que someterse a una operación, lo que lo mantuvo fuera de funcionamiento durante una gran parte del año. Su recuperación culminó en el primer trimestre de 2025, pero no se registró para el torneo anterior, lo que retrasó su regreso a la apertura de 2025.
Este primer juego no solo significó el lanzamiento de Lichnovsky, sino que también mostró un cambio en la estrategia del equipo mexicano para este nuevo campeonato. La atmósfera en el estadio era eléctrica, con los seguidores de Estados Unidos a quienes les gustaría ver cómo su equipo se adaptó a las novedades y especialmente cómo el regreso de Lichnovsky influiría en el rendimiento defensivo del equipo.
A medida que avanza el torneo, todos los ojos se colocarán en el desarrollo de Lichnovsky y cómo su experiencia y habilidad pueden ser un factor decisivo para que Estados Unidos vuelva a encontrar el título en la temporada.