En las últimas semanas, la región del Caribe se ha convertido en un punto central de tensiones elevadas, en particular involucrando a los Estados Unidos y Venezuela. La presencia militar estadounidense ha aumentado considerablemente, lo que refleja un impulso estratégico por parte del gobierno republicano. Esta extensa participación militar se ha manifestado en varias manifestaciones de la expedición y capacidades anfibias del Cuerpo de la Marina y la Marina Americana.
Puerto Rico surgió en septiembre como una etapa central para estos ejercicios militares. Las operaciones no solo están destinadas a fortalecer la preparación y la preparación para posibles misiones que se adaptan a los objetivos de la política exterior, sino que también sirven como un elemento disuasorio tangible para los oponentes en la región.
Los ejercicios anfibios con unidades del Cuerpo Naval han sido prominentes en los últimos días, en gran medida concentrados en el área de entrenamiento de Camp Santiago y varios otros lugares en la isla. Las imágenes recientes que circulan en las redes sociales muestran una amplia gama de activos anfibios, de fotos aéreas y de la Armada que muestran la capacidad de proyectar el poder desde el mar hasta la tierra, lo que facilita el establecimiento de cabezas de playa.
Una notable implementación reportada por la 22a Unidad Expedicionaria Marina se refería al uso de 8 × 8 vehículos de combate blindados Lav-255 en las orillas de Arroyo, Puerto Rico. Estos vehículos fueron transportados a través de Hovercraft lanzados desde naves de ataque anfibio, incluido el USS Iwo Jima (LHD 7) y el USS San Antonio (LPD 17), actualmente estacionado en alta mar.
Además de las tropas terrestres, la cirugía de aire incluye un uso sustancial de los activos aéreos. Helicópteros tácticos como el veneno UH-1Y, los helicópteros de ataque Viper AH-1Z y los helicópteros de alto nivel de súper sementales CH-53E participan activamente. Los helicópteros CH-53E llevaron a cabo actividades de transporte de la carga de la honda, movían grandes cantidades de personal y equipos, mientras que los Vipers AH-1Z y UH-1YS llevaron a cabo transporte táctico, misiones de apoyo aéreo y ejercicios de fuego vivo usando pistolas de puertas, misiles y misiles.
Además, la complejidad de estas operaciones enfatizó, el avión de águilas pescadoras MV-22B del escuadrón tiltrotor de medio marino (VMM) 263 (fortalecido) también jugó un papel crucial. Estos aviones son responsables de insertar tropas terrestres en el área de trabajo de Santiago, lo que mejora la capacidad operativa en la región.
En medio de estas manifestaciones militares visibles, la especulación está creciendo en torno a la posible aceptación de una estrategia militar para combatir los carteles de drogas que han sido designados como organizaciones terroristas. Los informes indican que muchos de estos carteles han puesto lazos con el gobierno venezolano, dirigido por Nicolás Maduro. Esta corriente subterránea de la tensión y el potencial de escalada en la acción militar subraya la complejidad de los intereses de la política exterior en la política exterior en el Caribe.