En una exploración reveladora de cómo las plataformas digitales pueden ofrecer un refugio para las personas jóvenes que abusan, un estudio reciente enfatiza el importante papel que juegan las redes sociales en la vida de quienes experimentan abuso. Un asunto conmovedor es el de una mujer joven llamada Morgan, quien, mientras terminaba el daño emocional y físico en un hogar ofensivo, encontró consuelo en una cuenta secreta de Instagram, o «Finsta». A través de este informe, se conectó con colegas y compartió sus luchas y finalmente declaró que sin esta salida podría no haber sobrevivido a sus circunstancias.
Los investigadores en el campo del trabajo social y la salud pública han realizado una extensa investigación para comprender la tendencia creciente de los jóvenes que revelan sus experiencias con el abuso en línea. Cada año, más de 1 de cada 7 niños en los Estados Unidos se enfrentan a la violencia o la negligencia, muchos de los cuales no informan sus experiencias debido a la falta de reconocimiento, vergüenza o miedo a las consecuencias. Los hallazgos sugieren que cuando las personas jóvenes se sienten obligadas a compartir, a menudo recurren a canales informales, generalmente amigos y plataformas de redes sociales, en lugar de autoridades tradicionales.
Los investigadores analizaron mensajes de TalkLife, un sitio web de soporte entre pares, que descubre innumerables cuentas de maltrato. Los usuarios jóvenes describieron una serie de situaciones ofensivas, que incluyen negligencia y daño físico, generalmente por cuidadores. Las respuestas de los compañeros fueron en gran medida de apoyo y enfatizaron la necesidad de validación y empatía entre aquellos que a menudo se sienten aislados en su sufrimiento.
Un estudio, que incluye más de 600 adultos jóvenes, mostró que aproximadamente un tercer abuso o negligencia había experimentado, con más de la mitad de sus experiencias en las redes sociales. Las entrevistas con los participantes arrojan luz sobre las motivaciones para su participación en línea. Muchos han expresado que las redes sociales ofrecen un entorno con un bajo esfuerzo en el que pueden buscar validación y apoyo de otros que entienden luchas similares.
Las redes sociales sirven como una herramienta crucial para que muchos jóvenes identifiquen y articulen sus experiencias como abuso, porque les permite ponerse en contacto con los demás y aprender que sus experiencias pueden no ser típicas. Para aquellos que no pierden una agencia legal o financiera, las plataformas sociales a menudo se convierten en la única opción factible para expresar sus sentimientos y buscar ayuda. Sin embargo, los participantes también señalaron que los peligros potenciales de las interacciones en línea, como la exposición a información incorrecta y contenido dañino.
En vista de estas ideas, los investigadores recomiendan varias estrategias importantes para adultos, educadores y responsables políticos para apoyar mejor a los jóvenes que experimentan abuso. En primer lugar, existe la necesidad de fuentes seguras y anónimas que ayuden a los niños a navegar sus experiencias sin temor a las leyes de informes obligatorios. Las líneas directas confidenciales ofrecen a las personas jóvenes la oportunidad de hablar con adultos en un entorno seguro. Además, las medidas políticas que limitan el acceso a las redes sociales pueden aumentar involuntariamente el riesgo de jóvenes vulnerables; En cambio, crear rutas de Internet más seguras es esencial.
Finalmente, las plataformas de tecnología deben ser responsables para garantizar que sus entornos sean seguros para los usuarios jóvenes. Aunque las redes sociales nunca pueden reemplazar los sistemas de apoyo tradicionales, se ha convertido en un primer paso esencial para muchas personas jóvenes en la dirección del reconocimiento, la conexión y la curación. Al comprender esta dinámica, los adultos pueden crear mejores fuentes y sistemas que realmente satisfagan las necesidades de los jóvenes maltratados, de modo que ayuden a encontrar el apoyo que necesitan desesperadamente.