Los cambios provocan una revolución en la educación sexual y de relaciones para los estudiantes en las escuelas primarias y secundarias financiadas por el estado en toda Inglaterra, después de la publicación de la nueva orientación legal del gobierno. Estas actualizaciones marcan una desviación significativa de la guía de diseño propuesta por la administración conservadora anterior en mayo de 2024, así como las últimas pautas legales emitidas en 2019.
La nueva guía introduce una gran cantidad de temas esenciales, incluidas las implicaciones legales en temas como el estrangulamiento, la sextortion, el aumento de la vida, las falsificaciones profundas y la importancia de apoyar la prevención del suicidio y el apoyo de luto. En particular, las escuelas ahora están obligadas a combatir las actitudes misóginas, discutir influyentes y contenido misóginos y abordar problemas con prejuicios y pornografía. Este enfoque holístico de la educación sexual es visto positivamente por expertos, especialmente porque coincide estrechamente con las necesidades y realidades de los estudiantes actuales.
Uno de los cambios más importantes es la decisión de abandonar las restricciones de edad a ciertos sujetos. Se elogia este paso para permitir a los educadores ajustar su educación de manera más efectiva sobre la base de los contextos de los estudiantes, en lugar de adherirse a un marco único para todos. Esta flexibilidad permite a los maestros abordar temas delicados de una manera que responda de manera proactiva y a las necesidades de sus estudiantes.
Otro punto crítico que se aborda en las directrices es la grabación de discusiones sobre el ‘canto’: las personas que se identifican como un celibato involuntaria y a menudo resentimiento contra las mujeres. Muchas comunidades incel en línea promueven puntos de vista hostiles y violencia extrema contra las mujeres. Las nuevas pautas alientan a los maestros a facilitar las conversaciones sobre esta ideología sin demonizar a todos los niños y jóvenes. Hace hincapié en que la mayoría de los hombres jóvenes son respetuosos y deben considerarse contribuyentes valiosos en las discusiones sobre la misógino.
Además, existe un fuerte enfoque en promover «puntos de vista positivos sobre la masculinidad y la feminidad». La guía enfatiza la necesidad de que los estudiantes aprendan de modelos masculinos positivos, lo que alienta a los niños y hombres jóvenes a desarrollar identidades saludables que incluyan una comprensión más amplia del género y las identidades como la clase, la etnia y la cruz de la cultura.
Las fuertes relaciones entre estudiantes, maestros y padres son esenciales para una educación efectiva sobre esta materia. Se alienta a los educadores a comprender los desafíos que los jóvenes se enfrentan con la navegación de espacios en línea complejos que pueden ofrecer sentidos equivocados de solidaridad y respuestas simplistas a preguntas emocionales difíciles. Involucrar a los estudiantes en discusiones sobre su percepción de las personas influyentes en línea es de crucial importancia porque sus puntos de vista pueden ser más matizados que la aprobación o desaprobación directa.
Aunque las nuevas directrices generalmente son bienvenidas, hay llamados a mejorar la capacitación de los maestros y el desarrollo profesional para garantizar que los educadores se sientan seguros de abordar estos temas sensibles y a menudo complejos. Es notable que las relaciones y la educación sexual sigan siendo no entre los estudiantes de 16 a 18 años en universidades de la Sexta Forma e instituciones educativas adicionales, a pesar de la evidencia que respalda la necesidad de esta demografía. Además, las directrices ofrecen una cobertura limitada de los derechos y problemas transgend, que pueden obstaculizar los diálogos de apoyo para estudiantes trans y no intélicos, y tiene detalles insuficientes para los educadores que trabajan con estudiantes con necesidades complejas.
Se enfatiza la creación de un entorno seguro e inclusivo para las discusiones abiertas como una piedra angular de la educación efectiva. Se debe alentar a los estudiantes a expresar sus propias ideas sobre lo que creen que es importante aprender, para garantizar que las lecciones resuenen con sus experiencias y realidades. Este principio subraya la necesidad de escuchar a los jóvenes, cuyas ideas pueden ayudar a hacer que el sexo y las relaciones con la educación sean más relevantes y más impacto.