La investigación realizada por Gianluca Carnabuci, profesor de comportamiento organizacional en ESMT, y Balázs Kovács de la Escuela de Administración de Yale, ha revelado ideas importantes sobre cómo la confusión de categorías de conocimiento puede conducir a invenciones revolucionarias. Su investigación, que analizó 3,1 millones de patentes estadounidenses emitidas entre 1975 y 2013, encontró que las patentes clasificadas en categorías de bajo contraste (caracterizadas por límites ambiguos o superpuestos) tienen más probabilidades de dar lugar a tecnologías disruptivas que las patentes en categorías claramente definidas.
Los investigadores identificaron dos mecanismos principales que explican por qué estas clasificaciones vagas promueven la innovación. La primera, llamada creación de ideas, sugiere que categorías vagas exponen a los inventores a ideas de ámbitos diversos y distantes. Esta polinización cruzada de conocimientos estimula la formación de combinaciones atípicas y originales, que conducen a un progreso tecnológico radical. El segundo mecanismo, el posicionamiento de ideas, indica que los inventores se benefician al poder enmarcar sus patentes de manera amplia, lo que aumenta la probabilidad de descubrir nuevas vías tecnológicas.
Según Carnabuci, «los líderes en innovación a menudo asumen que distinciones más marcadas y categorías claramente definidas los ayudarán a innovar de manera más efectiva. Sin embargo, nuestra investigación muestra lo contrario: la ambigüedad no es una barrera, es un catalizador. Cuando las ideas no se ubican en categorías claramente definidas, es más probable que conduzcan a ideas que trastocan el pensamiento establecido y crean avances».
Los hallazgos del estudio también subrayan el valor económico y tecnológico de las patentes en categorías de bajo contraste, mostrando que en promedio estas patentes están valoradas en casi 3 millones de dólares más que sus contrapartes en categorías bien definidas, y que tienden a mantener su relevancia e influencia durante períodos de tiempo más largos.
Estos conocimientos tienen implicaciones significativas para los gerentes y líderes empresariales, lo que sugiere que las categorizaciones rígidas de productos o servicios pueden conducir inadvertidamente a las organizaciones hacia mejoras incrementales y descuidar las innovaciones radicales. Al promover un grado de ambigüedad en la forma en que se organiza el conocimiento, los líderes pueden cultivar un entorno más propicio para el surgimiento de ideas innovadoras.
La investigación está documentada en el Academy of Management Journal y destaca la importancia del pensamiento flexible en el panorama de la innovación.