Las naciones marítimas más grandes del mundo se reunieron el viernes para discutir regulaciones cruciales destinadas a hacer que la industria del transporte marítimo abandone los combustibles fósiles para reducir significativamente las emisiones. Esta reunión se produjo en medio de una fuerte oposición, particularmente del presidente estadounidense Donald Trump y de varios otros países, a los impuestos globales propuestos sobre las emisiones de los buques.
El jueves, el presidente Trump, en su plataforma de redes sociales Truth Social, pidió a los países que se opongan a la iniciativa, calificándola de «una nueva estafa global de impuestos al transporte marítimo verde». Representantes de EE.UU., Arabia Saudita, Rusia y varios otros países expresaron su oposición a las regulaciones propuestas en su forma actual. Las discusiones del viernes comenzaron tensas y fueron una continuación de reuniones anteriores que se centraron en cuestiones de procedimiento. Arsenio Domínguez, secretario general de la Organización Marítima Internacional (OMI), expresó su frustración con el proceso de negociación y afirmó que no se debe repetir el comportamiento de la semana pasada.
La reunión de alto nivel en la sede de la OMI en Londres es crucial; Si se adoptan las normas de transporte marítimo ecológico, este sería el primer ejemplo de una tasa global aplicada a las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con las actividades de transporte marítimo. Actualmente, la mayoría de los barcos funcionan con fueloil pesado, que emite cantidades importantes de dióxido de carbono y otros contaminantes durante la combustión.
Las emisiones del transporte marítimo han aumentado durante la última década y representan alrededor del 3% de las emisiones globales a medida que el comercio internacional se expande y los barcos consumen importantes combustibles fósiles para transportar mercancías a largas distancias. En abril, los Estados miembros de la OMI alcanzaron un consenso sobre el marco regulatorio, con el objetivo de adoptar el “Marco Net-Zero” en esta reunión en Londres.
Emma Fenton, directora senior de diplomacia climática de la organización británica sin fines de lucro Opportunity Green, señaló que los esfuerzos de Estados Unidos y otros países para retrasar la adopción del marco socavan el multilateralismo. Destacó el coraje y la ambición colectivos mostrados por los estados nacionales en abril y expresó su esperanza de que prevalezca el espíritu de solidaridad.
Las regulaciones propuestas establecerían un estándar para los combustibles marinos que conduciría a una disminución gradual de las emisiones permitidas de gases de efecto invernadero provenientes de los combustibles marinos. Además, se ha diseñado un sistema de precios para imponer tasas por cada tonelada de gases de efecto invernadero emitida por los buques que excedan los límites establecidos, implementando efectivamente el primer impuesto global sobre estas emisiones. La OMI ha fijado un objetivo ambicioso para que el sector alcance cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050 y pretende aumentar el uso de combustibles que produzcan cero o casi cero emisiones.
Mientras los observadores esperaban el resultado de las deliberaciones, había incertidumbre sobre la decisión final. John Maggs, representante de la Clean Shipping Coalition en la OMI, afirmó que respaldar el marco podría hacer historia al establecer el primer precio global del carbono, mientras que no apoyarlo sería una oportunidad perdida, lo que podría paralizar la acción en la OMI durante años.