La operación: la reducción del condor marca un hito táctico para el ejército de los EE. UU. Al combatir las amenazas de drones


Créditos: ArmyRecognition.com

La Operación Retorno del Condor, realizada el 27 de agosto de 2025, en Fort Hood, Texas, ha marcado una evolución importante en el enfoque del ejército de los Estados Unidos para combatir las amenazas de drones en los campos de batalla contemporáneos. Este extenso ejercicio de fuerza en vivo tenía como objetivo integrar pequeños sistemas de aviones no tripulados (UAS) dentro de las operaciones blindadas tradicionales, en particular con la ayuda de los vehículos de lucha de infantería M2 Bradley. Significaba una transición proactiva de meras estrategias de defensa de drones para incluir activamente contramedidas dentro de unidades mecanizadas.

El objetivo principal de la operación era evaluar el impacto de la vigilancia de los drones y las oportunidades de ataque en las tropas terrestres durante las maniobras y los escenarios de combate. Durante el ejercicio, se utilizaron varias capas de tácticas de guerra electrónica, incluida la detección de radiofrecuencia, los sistemas de radar pasivo y las técnicas de interferencia, todas integradas en las formaciones de maniobra. Estos sistemas se colocaron en los escalones mientras los Bradleys navegaban diferentes áreas mientras fueron monitoreados y el objetivo se debió a amenazas de drones simuladas, que reflejan estrechamente situaciones que se enfrentan rutinariamente a los conflictos modernos.

En lugar de limitar las iniciativas de contra-drone a las unidades especializadas de defensa aérea, el ejercicio enfatizó la necesidad de acostarse dentro de los elementos de maniobra de tierra. Los Bradleys sirvieron y funcionaron con roles duales y tanto unidades ofensivas de primera línea como plataformas de contracono móviles, con nodos de sensores que se encuentran estratégicamente en el área operativa. Esta red de detección distribuida tenía como objetivo garantizar una cobertura extensa contra drones de movimiento bajo y lento, mientras que las tropas la libertad de maniobrar de manera efectiva.

Un aspecto crítico de la operación fueron las pruebas de acción en vivo de contramedidas, por lo que se puso a prueba la capacidad del Ejército para implementar respuestas a las amenazas de drones con maniobras de suelo. Los ejercicios mostraron que los sistemas de adquisición de objetivos en los Bradleys pueden adaptarse efectivamente a las herramientas de monitoreo pasivo, lo que significa que los operadores pueden detectar e involucrar amenazas aéreas sin interrumpir sus misiones primarias del suelo. El desafío fundamental giraba en torno a la urgencia de la detección y respuesta de los drones en intensas condiciones del campo de batalla.

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Una de las innovaciones centrales que se evaluaron durante el ejercicio incluyeron el uso de algoritmos de fusión multisensor para crear una evaluación de amenazas coherente a través de diversas entradas, incluidas las emisiones de radio y las firmas térmicas. Debido a esta integración, las unidades podrían dar una prioridad a las amenazas aéreas, lo que mejoró la conciencia situacional y la toma de decisiones más rápida e informada a nivel táctico.

Además, la operación validó las estrategias contras-drone validadas en condiciones de alta movilidad. Durante las operaciones de ataque y defensivo, los Bradleys mantuvieron una mayor conciencia de la actividad de los drones aéreos, que ajustó sus formaciones y movimientos para mantener la integridad táctica y la disciplina. Las unidades de guerra electrónica desempeñaron un papel crucial, creando entornos protectores que interrumpieron la focalización potencial de drones mientras ellos mismos no se notaron.

Las ideas obtenidas de la reducción de la operación del cóndor revelaron una necesidad urgente de que los sistemas de contra-drone van más allá de los roles defensivos estáticos, lo que se integra en extensas operaciones de combate. La disposición modular de sensores y intermediarios que han sido probados en los Bradleys es un precedente para descansar unidades blindadas con opciones de contra-UA adaptables.

Es crucial que el ejercicio haya extraído lecciones del conflicto en curso en Ucrania, donde la proliferación de drones comerciales ha cambiado fundamentalmente el panorama de las operaciones militares. Los casos de ataques de artillería con drones han enfatizado las vulnerabilidades dentro de los marcos militares tradicionales, como resultado de los cuales el Ejército de los EE. UU. Apela a estos perfiles de amenazas emergentes.

El ritmo rápido de las operaciones de drones requiere contramedidas innovadoras y la reducción de la operación del cóndor tenía la intención de procesar rápidamente la capacidad del ejército para procesar las amenazas de drones rápidamente. Además, las lecciones han aprendido sobre las tácticas de drones rápidos y colgando por los planificadores militares estadounidenses para reconsiderar cómo las unidades blindadas pueden operar sin exponerse a los ataques enemigos de precisión. La capacitación incluyó técnicas como la cerca de radar y la disciplina electromagnética para garantizar que las unidades puedan reducir los riesgos de la vigilancia de los drones.

La integración de los elementos de guerra electrónicos durante el ejercicio reflejó los intensos desafíos electromagnéticos con los que se enfrentan las peleas modernas, especialmente como se puede ver en Ucrania. Al replicar estos entornos en disputa, el Ejército se aseguró de que sus sistemas de comunicación, navegación y detección fueran resistentes a la interferencia y las interrupciones.

Con un punto de vista del futuro, se espera que los resultados de la operación del cóndor no solo formen doctrinas tácticas inmediatas, sino que también influyan en el diseño de futuros vehículos militares, en particular el vehículo de lucha opcionalmente tripulado. Las ideas de la operación estimularán las decisiones con respecto a la implementación del sensor y el procesamiento de datos en vehículos de combate de la siguiente generación, por lo que las funciones para contra-drone se integran como funciones estándar.

Mientras que el Ejército se está preparando para posibles conflictos cercanos a los entornos cada vez más complejos, los ejercicios como regreso del cóndor son esenciales para evolucionar las estrategias del campo de batalla. Ilustran la importancia de fusionar la detección, la guerra electrónica y las opciones de maniobra en un marco de respuesta perfecta que es esencial para el éxito en futuras actividades de combate.



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