La inflación en el Reino Unido se mantuvo inesperadamente estable en septiembre, lo que generó optimismo sobre un posible recorte de las tasas de interés. Los datos oficiales de la Oficina de Estadísticas Nacionales muestran que los precios al consumidor aumentaron un 3,8% interanual, una cifra que se ha mantenido constante durante los últimos dos meses.
La mayoría de los economistas habían pronosticado un ligero aumento hasta el 4%, lo que habría supuesto una desviación alarmante del objetivo del Banco de Inglaterra. La cifra estable ha llevado a los analistas a sugerir que la inflación puede haber alcanzado su punto máximo, con expectativas de que se acerque al objetivo del banco central en los próximos meses.
Martin Sartorius, economista jefe de la Confederación de la Industria Británica, señaló que si bien se espera que las presiones sobre los precios disminuyan gradualmente, es posible que no se produzca una caída más significativa de la inflación hasta el primer semestre del próximo año. Esta “sorpresa a la baja” en la inflación plantea la posibilidad de que el Banco de Inglaterra considere otro recorte de tasas en su próxima reunión de política monetaria el 6 de noviembre. El mes pasado, el banco central optó por mantener su tasa de interés clave en el 4%, lo que refleja las preocupaciones actuales sobre los niveles de inflación.
Es probable que esta novedad sea bienvenida por la jefa del Tesoro, Rachel Reeves, mientras se prepara para una declaración presupuestaria crítica programada para el 26 de noviembre. La tasa de inflación estable significa que los costos asociados con la vinculación de los beneficios sociales para el próximo año serán menores de lo esperado anteriormente, lo que podría afectar la planificación presupuestaria y la política fiscal.
En el panorama económico más amplio, la combinación del aumento de los precios de los combustibles y la caída de los costos de los alimentos ha contribuido a esta estabilidad inesperada, creando un panorama complejo del clima económico actual. A medida que las autoridades evalúen estas cifras, el potencial de futuros ajustes económicos dependerá de la evolución de la trayectoria de la inflación en Gran Bretaña.