China se ha posicionado como líder en tecnologías emergentes y ha logrado avances notables en varios sectores. Destaca como una superpotencia de energía renovable, domina el mercado mundial de drones comerciales y ha superado al resto del mundo en la instalación de robots industriales. Al mismo tiempo, China está invirtiendo fuertemente en inteligencia artificial (IA) y aspira a superar a Estados Unidos en esta área crucial.
Sin embargo, las ambiciones de China van más allá del simple dominio de la tecnología civil. El país pretende cultivar capacidades militares líderes combinando sus fortalezas comerciales civiles con su marco industrial de defensa. Este enfoque, llamado fusión militar-civil, está inspirado en Estados Unidos, donde la innovación comercial se está utilizando eficazmente para lograr ventajas militares en áreas como las imágenes satelitales, la microelectrónica y los sistemas de apoyo a las decisiones impulsados por la IA.
Históricamente, la industria de defensa de China ha luchado contra la ineficiencia y la corrupción, lo que plantea interrogantes sobre su capacidad para reformar y aprovechar las tecnologías emergentes de doble uso fundamentales para la guerra moderna. Sin embargo, análisis recientes muestran que el Ejército Popular de Liberación (EPL) está trabajando activamente con una nueva clase de proveedores comerciales para mejorar sus capacidades en tecnologías avanzadas.
Un estudio realizado en el Centro de Seguridad y Tecnologías Emergentes de la Universidad de Georgetown revisó miles de contratos de IA disponibles públicamente publicados por el EPL en 2023 y 2024. Proporciona información sobre las organizaciones que brindan al ejército chino soluciones centradas en la IA. Si bien los conglomerados de defensa estatales siguen siendo actores importantes, una parte importante de los proveedores son entidades civiles e instituciones académicas dedicadas al desarrollo de tecnologías de doble uso.
Esta situación sirve como una llamada de atención, lo que significa que China está ampliando efectivamente su ecosistema de defensa aprovechando una red diversa de empresas e instituciones de investigación. Tales avances podrían reducir potencialmente la ventaja tecnológica que el ejército estadounidense tiene actualmente sobre el EPL.
Tradicionalmente, el sector de defensa de China ha estado dominado por grandes empresas estatales. Sin embargo, durante la última década, el presidente Xi Jinping ha tratado de romper con esta dependencia alentando a las empresas civiles a contribuir con tecnologías de doble uso al EPL. Los hallazgos indican un cambio en esta dinámica, ya que casi tres cuartas partes de las 350 entidades encuestadas están clasificadas como empresas privadas sin vínculos con la propiedad estatal, y en conjunto obtienen más contratos que las empresas estatales. Llama la atención que muchas de estas empresas se fundaron después de 2010.
Una mayor competencia dentro del sector de defensa de China podría facilitar la adopción de tecnologías innovadoras por parte del EPL. Por ejemplo, iFlytek Digital, vinculado a un líder del mercado en el campo del reconocimiento de voz, ganó veinte contratos en dos años para diversas aplicaciones de inteligencia artificial, incluidos sistemas de traducción y de apoyo a la toma de decisiones. PIESAT, empresa especializada en análisis satelital y geoespacial, proporciona plataformas de simulación de combate y reconocimiento automático de objetivos. Además, Sichuan Tengden ha desarrollado drones que se utilizan en operaciones cerca de Japón y Taiwán.
Muchos de estos proveedores emergentes están integrados en cadenas de suministro internacionales y mantienen operaciones en países conectados con Estados Unidos. Por ejemplo, iFlytek anunció recientemente planes para ampliar su presencia en Europa abriendo una oficina en París, mientras que PIESAT tiene filiales en Australia, Dinamarca, Singapur y Malasia.
Los proveedores no tradicionales desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de tecnologías que puedan mejorar las capacidades del EPL en áreas como inteligencia, vigilancia, reconocimiento, fusión de datos y sistemas autónomos. Además, estas empresas también comercializan sus productos y servicios a una gama más amplia de clientes fuera del ejército chino.
La convergencia de la tecnología militar y civil también se está extendiendo al mundo académico. Mientras que instituciones estrechamente vinculadas al EPL, como los Siete Hijos de la Defensa Nacional, recibieron numerosos contratos, las universidades civiles también recibieron licitaciones para proyectos con aplicaciones militares, como algoritmos para controlar enjambres de drones.
Esta superposición plantea desafíos importantes para los formuladores de políticas y las instituciones educativas estadounidenses. Sin medidas proactivas, la colaboración académica entre entidades estadounidenses y chinas corre el riesgo de apoyar inadvertidamente los esfuerzos de modernización militar de China. Al mismo tiempo, las amplias restricciones estadounidenses a las asociaciones de investigación con China, actualmente incluidas en varias propuestas legislativas, pueden no abordar de manera efectiva la complejidad del tema.
La diversificación de la base industrial de defensa de IA de China complica los esfuerzos de Estados Unidos por obstaculizar la modernización del EPL mediante sanciones o controles de exportación. Apuntar a unas pocas empresas estatales prominentes podría tener poco impacto si el ecosistema de proveedores del EPL se expande a innumerables empresas e instituciones de investigación más pequeñas.
Mientras Estados Unidos enfrenta este desafío, debe esforzarse por proteger la seguridad nacional y al mismo tiempo fomentar un entorno de innovación. Esto requerirá estrategias matizadas que vayan más allá de una prohibición general de los intercambios económicos y de investigación. Las autoridades estadounidenses deberían invertir en herramientas analíticas y experiencia para realizar evaluaciones de riesgos exhaustivas y garantizar que las colaboraciones con entidades chinas no mejoren inadvertidamente los avances tecnológicos del EPL.
También será fundamental establecer mejores prácticas para el intercambio de información, la debida diligencia y la aplicación del control de exportaciones. Al coordinarse con aliados internacionales, los esfuerzos para garantizar la seguridad económica y de la investigación pueden ser específicos, ejecutables y eficaces, manteniendo un equilibrio entre vigilancia y apertura.
El momento de actuar es urgente. La base industrial de defensa de IA del EPL está evolucionando rápidamente y volviéndose cada vez más competitiva y avanzada. A pesar de los desafíos para integrar plenamente la tecnología comercial y el dominio histórico de las empresas estatales, el compromiso de China con la fusión militar-civil ya no es una ambición teórica; es una realidad creciente. Si Estados Unidos no ajusta sus políticas en consecuencia, el país podría encontrarse frente a un EPL más avanzado en armamento y más profundamente conectado con los motores de la innovación civil.
