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Los neandertales han sido vistos durante mucho tiempo por una lente estrecha brutal carnívoros, principalmente conocidos por su impresionante caza en un juego masivo como los mamuts. Sin embargo, investigaciones recientes revelan un paisaje de dieta mucho más rico y variado para estas personas mayores. Con ideas que provienen de nuevos hallazgos arqueológicos y análisis genéticos, incluido un estudio innovador publicado en Naturaleza En 2017, los científicos están comenzando a reformar nuestra comprensión de los hábitos de comer neandertales.
Una de las revelaciones más importantes es la medida en que su dieta fue influenciada por factores ambientales. En el norte de Europa, como en Bélgica, los análisis de isótopos estables y la placa dental calcificada revelan una fuerte dependencia de las proteínas animales, incluidos los rinocerontes lanudos y las ovejas salvajes, consistentes con el descubrimiento de herramientas de caza avanzadas y huesos sacrificados. Esta población aniversada norte era un ejemplo de un estilo de vida carnívoro que estaba profundamente conectado con sus condiciones geográficas.
En marcado contraste, los grupos neandertales en el sur de Europa se adaptan a diferentes requisitos del medio ambiente. Los investigadores encontraron residuos de carne mínimos en la cueva El Sidrón en España. La placa de este sitio era rica en microfoss de plantas, granos de almidón y restos de corteza de árbol y hongos. Esto indica una dieta principalmente vegetariana, más formada por una necesidad ecológica que la preferencia cultural. Tal prueba enfatiza las notables posibilidades adaptativas de los neandertales en respuesta a su entorno.
Las comunidades costeras neandertales llevaron su diversidad alimentaria aún más lejos al incluir mariscos en sus menús. Las excavaciones en Gruta da Figueira Brava en Portugal mostraron un consumo significativo de mariscos como cangrejos marrones, mejillones y lentejuelas. Las marcas de fuego y las conchas agrietadas indican que no solo estaban levantadas, sino también cocinadas deliberadamente, como resultado de prácticas culinarias refinadas. Lo suficientemente intrigante, los restos de tiburones, sellos, delfines y anguilas sugieren un alto nivel de explotación de recursos en entornos marinos, lo que hace que los neandertales costeros sean únicos en sus habilidades avanzadas de alimentación.
El canibalismo también surge como un aspecto controvertido de las dietas neandertales. La prueba de diferentes ubicaciones de cuevas en toda Europa indica que los huesos de Neanderthal mostraron signos de carnicería y plantearon preguntas sobre las razones detrás de este comportamiento. Algunos investigadores proponen que puede haber sido una táctica de supervivencia en tiempos de escasez, mientras que otros sugieren que tenía componentes sociales o rituales. Ambas explicaciones hacen que la imagen obsoleta de los neandertales se queje como seres simples e impulsados por los instintos, de modo que se revelen como seres adaptables capaces de pensar simbólico y comportamiento social complejo.
Estos hallazgos también causan una reconsideración de las interpretaciones modernas de la ‘dieta paleo’. Esta tendencia nutricional popular, que a menudo da prioridad a la carne magra, las nueces y las verduras crudas, al tiempo que excluye los granos y los productos lácteos, puede no reflejar con precisión las prácticas alimenticios reales de los neandertales. La prueba muestra que sus dietas incluyen plantas con almidón, legumbres, hongos e incluso mariscos cocidos, alimentos que contradicen las nociones simplistas de comer paleo. Las dietas neandertales eran muy flexibles y se adaptaron a las que estaban disponibles fuentes locales, lo que mostraba que las primeras personas florecían en un enfoque de alimentos diverso y oportunista.
Un momento crucial en este estudio se originó a partir de la investigación de la placa calcificada, que actúa como un archivo biológico de la historia nutricional. 2017 Naturaleza El estudio utilizó secuenciación metagenómica avanzada en Neanderthal -teeth, que no solo reveló rastros de alimentos, sino que también conoce sus microbiomas orales. Entre estos hallazgos estaban los restos de la corteza del álamo, lo que indica el conocimiento temprano de las plantas medicinales y Penicillium, un hongo que es relevante para los antibióticos modernos. Este conocimiento se refiere a la complejidad de las dietas neandertales, que fue más allá de la supervivencia es necesaria para incluir el conocimiento proto-farmacológico.
En resumen, la historia en evolución sobre los hábitos alimenticios de Neanderthal revela una dieta compleja, adaptativa y variada que desafía los estereotipos a largo plazo. A través de una combinación de evidencia arqueológica y técnicas analíticas innovadoras, los investigadores descubren las complicadas formas en que estas primeras personas tratan sus entornos, evidencia que pinta como más avanzada de lo que se imagina.