En un panorama económico que contrasta con las promesas de la prosperidad del presidente Donald Trump, una serie de indicadores recientes sugiere una situación económica preocupante. Después de más de seis meses de mandato, el empleo comenzó a tomar, la inflación ha comenzado a aumentar y el crecimiento económico se ha retrasado en el año anterior.
La política económica de Trump, que incluye tasas y cambios considerables en la legislación de impuestos y gastos, ha configurado considerablemente el comercio, la producción y la energía en los Estados Unidos. Después de recibir un informe laboral no activado, Trump descalificó los datos y descalificó al director de la agencia que es responsable de estos informes, con el argumento de que «figuras importantes como esta deberían ser honestas y precisas» en su plataforma de verdad social, aunque sin proporcionar su declaración de que «la economía está floreciendo».
Aunque algunos analistas sugieren que las cifras decepcionantes pueden ser dificultades iniciales, otros advierten sobre la posibilidad de más interrupciones económicas. Trump se enfrenta a un riesgo político considerable si su política no beneficia a la clase media, especialmente cuando se acercan las elecciones intermedias. Según el estratega republicano Alex Conant, el impacto de sus tasas no puede manifestarse completamente hasta 2026, el mismo año electoral en el que los republicanos intentarán mantener su influencia.
El gobierno de Trump ha presentado recientemente acuerdos comerciales con diferentes países como un reflejo de su poder de negociación. Sin embargo, los costos arancelarios se transferirán a los estadounidenses a través de precios más altos, aunque aún no se ha determinado el tamaño de este efecto.
A pesar de las proyecciones optimistas de la Casa Blanca, la realidad se refleja en figuras económicas recientes. Un informe de empleo mostró que el sector de la producción ha perdido alrededor de 37,000 empleos desde la implementación de las tasas, de modo que se rechazan las declaraciones de la Casa Blanca sobre la revitalización en este sector. Además, la instalación neta de los empleos ha caído dramáticamente en los últimos meses, lo que demuestra un trabajo en la lenta recuperación.
El informe de inflación mostró que los precios han aumentado en un 2,6% en un año, con un claro aumento en los precios de los bienes importados. Un análisis del producto interno bruto (PIB) mostró un crecimiento anual por debajo del 1.3% en el primer semestre, lo que indica un retraso significativo en comparación con el año anterior.
Las recientes críticas de Trump sobre la Reserva Federal también han expresado su preocupación, porque podrían empeorar la inflación en lo contrario de las tasas de interés. Aunque ha apoyado a ciertos miembros de la Fed que apoyan una reducción, sus razones son más cuidadosas, por temor a un retraso en el mercado laboral.
A medida que surgen las advertencias sobre las posibles consecuencias de su política, incluidos los efectos de las tasas, el cuidado de que la estrategia de Trump puede ser contraproducente. El argumento de que otros países asumirán que los costos de las tasas han sido cuestionados por las críticas, incluida la advertencia de salir del presidente Joe Biden sobre el impacto que tendrán en los empleados y empresas estadounidenses. Este creciente desafío económico evoca un problema crucial para la administración Trump: lograr una economía próspera o enfrentar las consecuencias de un enfoque que ya ha sido clasificado como un error grave por sus oponentes.