El tribunal más alto de Italia ha permitido una demanda iniciada por activistas climáticos contra la compañía de energía ENI y sus accionistas del gobierno para avanzar, lo que marca un momento crucial para los derechos climáticos en el país. El fallo, anunciado en un reglamento, rechazó los argumentos de ENI destinados a rechazar el caso en las rondas de jurisdicción, y condujo que un tribunal en Roma lo evalúa sobre sus cuestiones sustantivas.
La demanda, parte de una tendencia global continua en la que los individuos y grupos de empresas se responsabilizan del daño relacionado con el clima, fue iniciada por Greenpeace, el Grupo de Medio Ambiente de Recomponente y un grupo de ciudadanos italianos. Los demandantes reclaman una compensación con respecto a las consecuencias adversas del cambio climático, en el que se evocan los derechos fundamentales que se establecen en la Convención Europea sobre los Derechos de las Pueblo, además de las obligaciones de Italia bajo el Acuerdo Climático Internacional. También señalaron los objetivos explicados de ENI para lograr los objetivos de reducción del clima como parte de su razón para la demanda.
Eni expresó el pago de la decisión del tribunal y esperaba que el Tribunal de Roma eventualmente rechazara las reclamaciones de los activistas contra la compañía. El gigante energético, además de las entidades del gobierno italiano involucrados, intentó negar la demanda, pero el Tribunal de Casación refutó estos intentos, lo que confirmó la legitimidad de las quejas de los activistas.
Las implicaciones de este fallo son más allá del caso inmediato, ya que refleja un reconocimiento creciente de los derechos de las personas a tomar medidas legales contra las empresas de combustibles fósiles en Italia. Los activistas afirman que las prácticas judiciales italianas se encuentran entre sí con aquellos en otros países europeos donde los tribunales comenzaron a reconocer la responsabilidad de las compañías energéticas por su impacto en el medio ambiente. Greenpeace y la recomendación saludaron la decisión como histórica y afirmaron que refuerza el principio de que las grandes empresas, incluida ENI, deben responder por sus contribuciones a la crisis climática.
Aunque el fallo en sí no evalúa las ganancias de las afirmaciones, enfatiza la autoridad de jurisdicción de los tribunales italianos sobre asuntos relacionados con las emisiones, incluso cuando están involucrados en empresas eni-subsidiarias que operan en el extranjero. Los jueces han establecido que, dado que el supuesto daño tuvo lugar en Italia y las decisiones que afectan este daño, fueron tomadas por la empresa matriz italiana, el tribunal tiene jurisdicción sobre el caso.
Este caso podría servir como un precedente importante, que posiblemente podría influir en el proceso climático futuro, no solo en Italia, sino también en toda Europa, lo que determina aún más que la historia legal está disponible para aquellos que se ven afectados por el cambio climático. En una declaración conjunta, Greenpeace y Recomunon declararon: «Nadie, ni siquiera Coloso como Eni, ya puede escapar de sus responsabilidades», y enfatiza que el tribunal evaluará rigurosamente sus afirmaciones. Mientras tanto, ENI insiste en lo que lo caracteriza como acusaciones infundadas dentro de un marco legal que respeta las leyes establecidas a medida que continúa el procedimiento en Roma.