En la creciente rivalidad estratégica entre China y los Estados Unidos, los desarrollos recientes han subrayado el progreso de China en las posibilidades de proyección de poder marítimo. En particular, el marine chino realizó ejercicios extensos con sus dos transportistas de aviones operativos, el Liaoning y el Shandong, entre finales de mayo y gran parte de junio de 2025. Estas maniobras tuvieron lugar en aguas cerca de Japón y tenían como objetivo demostrar la creciente asertividad militar de China en el océano de la piel occidental.
El Liaoning, que llegó a la flota en 2012 después de haber sido restaurado de un transportista de clase soviético de Kuznetsov, y el Shandong, se lanzó en 2017 y se encargó en 2019 como el primer servicio de mensajería nacional de China, la esquía de las opciones de ataque de portaaviones emergentes de China. Ambos barcos están diseñados como transportistas de Stobar, que usan un ski-jumpeling para lanzamientos de aviones. El Liaoning puede usar alrededor de 24 aviones de combate Shenyang J-15 junto con helicópteros para diferentes operaciones, mientras que el Shantong tiene una mayor capacidad de aire con alrededor de 36 aviones, mejorando la flexibilidad operativa de China.
Durante los ejercicios, incluidas varias aperturas y aterrizajes, según los informes, los transportistas realizaron hasta noventa operaciones por día. Cada mensajero fue apoyado por varios buques de guerra asociados. Esto significó la primera oportunidad que dos portaaviones chinos operaron juntos más allá de la primera cadena de islas estratégicas, una frontera que se extiende desde Okinawa hasta Taiwán, más cerca de Guam, una importante instalación militar estadounidense en la segunda cadena de la isla. Los expertos señalaron que esta progresión aumenta los riesgos para las tropas estadounidenses en la región debido a la mayor presencia militar china.
El ejército chino caracterizó estos ejercicios como un intento de mejorar la «defensa del mar» y las «operaciones conjuntas». En particular, hubo informes de algunos aviones de combate chinos que volaron peligrosamente cerca de los aviones de seguridad japoneses. Estas maniobras no solo sirvieron como manifestación, sino que también tenían la intención de ofrecer experiencia operativa esencial para misiones en áreas marítimas distantes, cruciales para las ambiciones más amplias de Beijing en el Océano Pacífico.
Actualmente, China opera tres aeronaves, todos impulsados por motores diesel, en contraste con los once transportistas nucleares de los Estados Unidos. Un cuarto mensajero, el Fujian, lanzado en 2022 y aún en pruebas, está equipado con un sistema de catapulta electromagnético avanzado, que representa un salto importante en la tecnología que hace posible el lanzamiento de aviones más pesados y más armados. Beijing puede permitir que este desarrollo progresivo opere seis operadores en 2040, posiblemente con barcos nucleares.
A pesar de este progreso, los expertos advierten que el dominio de la Armada de China en la región no está asegurado. En escenarios de confrontación directa, los transportistas de ambos países serían vulnerables a los ataques con cohetes y otros ataques. Sin embargo, los portaaviones chinos podrían desempeñar un papel crucial en el mantenimiento de un bloqueo contra Taiwán, haciendo posible una extensa vigilancia marítima y la posibilidad de ejercer presión sobre el envío militar y comercial en la región.
El interés de China en los portaaviones tiene sus raíces en la crisis del estrecho de Taiwán de 1996, con Estados Unidos usando dos grupos de huelga en el área como elemento disuasorio para los lanzamientos de cohetes chinos. Este incidente ha alentado a las autoridades chinas a continuar un ambicioso programa de transporte, comenzando con la adquisición de su primer mensajero, que ahora ha evolucionado a lo largo de los años a un enfoque sistemático y cuidadoso.
Para China, estos transportistas simbolizan más que solo activos militares; Son vistos como una representación del poder político. Bajo el liderazgo de Xi Jinping, el desarrollo de capacidades navales ha tenido prioridad para aumentar el estado de China como un poder global. Al usar sus transportistas fuera de las aguas tradicionales, China no solo indica que su intención de influir en el equilibrio militar en el Pacífico, sino que también enfatiza su compromiso de expandir su alcance fuera de los límites regionales, incluso con el riesgo de empeorar las tensiones con Washington y sus aliados en la región.