El Gobierno de la Ciudad de México ha presentado un plan provisional destinado a abordar la gentrificación, después de una considerable protesta pública contra el aumento de los costos de vivienda relacionados con una afluencia de turismo y residentes temporales, en particular los nómadas digitales. Este anuncio solo se produjo una semana después de una importante protesta en la que cientos de personas salieron a las calles para expresar sus frustraciones sobre la creciente alquileres y la reubicación observada de habitantes a largo plazo.
La alcaldesa Clara Brugada ha abordado una creciente preocupación al proponer reglas que evitarían la evitación de las rentas que van más allá de la inflación. Además, la administración planea compartir una lista de propuestas de «alquiler razonable» como parte de un esfuerzo más amplio para promover un diálogo con la comunidad con respecto a la asequibilidad de los hogares. Brugada enfatizó la importancia de trabajar en un marco legislativo que contiene medidas para el alquiler asequible.
El impulso de la protesta que sacudió la ciudad fue el resultado de la frustración con la política gubernamental destinada a atraer nómadas digitales, personas que trabajan de forma remota para empresas extranjeras y se han establecido cada vez más en la Ciudad de México. Los observadores notaron que el aumento en el alquiler y el turismo a corto plazo ha empeorado los problemas de vivienda, por lo que muchos residentes tienen un precio de sus propios vecindarios.
Durante la manifestación, las tensiones se intensificaron como un segmento de la multitud que se ocupa de un comportamiento violento, destruyendo los frentes de las tiendas y el objetivo de los extranjeros. Esto llevó a la presidenta Claudia Sheinbaum a condenar los elementos xenófobos de la protesta. Ella afirmó firmemente que las expresiones de odio son inaceptables sobre la base de la nacionalidad, incluso en el contexto de quejas legítimas, como las de la gentrificación.
La protesta contenía consignas como «Gringo: deja de robar nuestra casa» y «¡Instrucciones de vivienda ahora!» Sirviendo como grupo de rally para aquellos que exigen acciones inmediatas contra los efectos de la gentrificación. Dado que algunos grupos anti-gentrificación anuncian planes para otra protesta este fin de semana, el liderazgo de la ciudad se enfrenta a un control urgente sobre sus estrategias para equilibrar las necesidades de turismo y vivienda de sus residentes de larga data.
Los funcionarios ahora tendrán que navegar a través del complejo paisaje emocional con respecto a los intereses de los recién llegados y la población local, mientras que se desarrollan las discusiones sobre las regulaciones de vivienda. El destino de muchas comunidades en la Ciudad de México está en equilibrio, donde los residentes esperan ansiosamente el siguiente paso del gobierno en la lucha contra la gentrificación.