El Ejército de los EE. UU. ha enfrentado desafíos importantes al proporcionar un obús móvil para el Equipo de Combate de la Brigada Stryker (SBCT), un requisito que se ha presentado desde la creación de la brigada en 2000. A pesar de la existencia de un Documento de Requisitos Operativos de Stryker que enfatiza la necesidad de un obús autopropulsado de 155 mm que pueda ser movido rápidamente por un pequeño número de soldados, el Ejército ha luchado durante casi 25 años para satisfacer esta necesidad.
La brecha operativa creada por la ausencia de un obús móvil tiene consecuencias directas para la efectividad y letalidad de las unidades Stryker. Aunque el obús M198 fue inicialmente adecuado para enfrentamientos militares anteriores, las limitaciones inherentes del obús M777A2 se hicieron evidentes a medida que las estrategias militares cambiaron hacia acciones decisivas más rápidas. Esta insuficiencia ha sido enfatizada constantemente por los comandantes de la SBCT durante las Cumbres anuales de líderes de la Brigada Stryker organizadas por el I Cuerpo.
En 2017, la necesidad de un obús móvil se reconoció formalmente cuando el Foro de Combatientes de la Brigada Stryker del I Cuerpo desarrolló una Declaración de Necesidades Operativas (ONS) y una Declaración de Necesidades de Capacidad (CNS), que recibieron la aprobación tanto del 2.º Regimiento de Caballería (2CR) como de los comandantes del I Cuerpo. Posteriormente, el Consejo de Supervisión de Requisitos del Ejército (AROC) dio prioridad a este requisito, enfatizando las lecciones de la Segunda Guerra Mundial que sugerían que la artillería remolcada era inadecuada y aprobando una revisión de «disparos» destinada a identificar un sistema de artillería móvil adecuado. A pesar del optimismo inicial, las decisiones posteriores de los líderes retrasaron la financiación y el desarrollo posterior.
Para agravar el problema, el Ejército centró su atención en otros desarrollos de artillería, como la Artillería de Cañón de Alcance Extendido (ERCA), que finalmente fue cancelada en 2024, y el proyecto de Estudios de Incendios Tácticos que no logró producir resultados útiles. En los últimos años, los líderes del Ejército han rechazado varias opciones para asegurar la financiación de obuses móviles, lo que marca una preocupante tendencia a descuidar un elemento históricamente esencial de la capacidad en el campo de batalla.
La protección de la tripulación sigue siendo inadecuada con el M777A2, ya que no proporciona protección blindada para garantizar la seguridad contra fuego indirecto en comparación con lo que podría proporcionar un obús móvil. Los protocolos operativos actuales indican que los tiempos de configuración y transición del M777A2 lo hacen vulnerable al fuego de contrabatería enemiga, lo que reduce su capacidad de supervivencia en el campo de batalla moderno. Por el contrario, un obús móvil promete una velocidad de posicionamiento significativamente más rápida, operaciones similares a las de las tripulaciones del Sistema de Lanzamiento Múltiple de Cohetes (MLRS) y una protección mejorada.
Además, el Ejército se enfrenta a un retraso en el personal, ya que un obús móvil podría reducir las necesidades de tripulación de nueve a seis, liberando soldados adicionales para uso operativo. Con una reserva de personal más pequeña que otros equipos de combate, los batallones Stryker se beneficiarán significativamente de tales eficiencias.
Recientemente, el Ejército cambió el nombre de sus esfuerzos de obús móviles, pasando del Requisito de artillería extendida autopropulsada (SPEAR) al Cañón táctico móvil (MTC). Con varios modelos potenciales de obús móviles disponibles para evaluación, el Ejército aún tiene que aprovechar estas opciones para el 2CR, que luego podrían proporcionar información valiosa sobre las capacidades óptimas necesarias para las formaciones SBCT.
La necesidad urgente de un obús móvil se hace cada vez más evidente a medida que se pide al Comando de Transformación y Entrenamiento del Ejército que priorice su adquisición. Es esencial que nos adhiramos a la doctrina de que la artillería debe tener la movilidad de las fuerzas que apoya; El hecho de que los M777A2 estén actualmente en uso socava este principio.
En conclusión, abordar esta brecha de capacidad con un obús móvil es imperativo para la efectividad del SBCT, asegurando que mantengan la potencia de fuego y la adaptabilidad necesarias para las operaciones militares contemporáneas. Es fundamental que se tomen medidas, ya que los riesgos de nuevos retrasos son significativos.