La batalla por el control del fabricante de chips perturba la producción mundial de automóviles, la solución a la vista


Una lucha de poder por Nexperia, un fabricante holandés de semiconductores menos conocido, ha causado una importante interrupción en la producción mundial de automóviles, lo que ha generado preocupaciones sobre la cadena de suministro de semiconductores. La crisis se ha vuelto especialmente evidente cuando el destacado fabricante de automóviles Honda detuvo la producción en su planta mexicana, que fabrica el popular modelo crossover HR-V para los consumidores norteamericanos. Este malestar también subraya la tensión geopolítica entre Estados Unidos y China, lo que coloca a Europa en una posición controvertida.

La situación se intensificó dramáticamente a mediados de octubre cuando el gobierno holandés anunció que había invocado una ley poco común de la Segunda Guerra Mundial para tomar el control de Nexperia debido a preocupaciones de seguridad nacional. Los funcionarios económicos holandeses destacaron “graves deficiencias de gobernanza” en la empresa y expresaron temores de que se pueda perder experiencia técnica vital, poniendo en peligro la seguridad económica de Europa. El meollo del conflicto reside en la empresa matriz china de Nexperia, Wingtech Technology, que es en parte propiedad del Estado. Durante esta batalla en la sala de juntas, un tribunal holandés falló a favor del ministerio, lo que provocó la destitución del director ejecutivo chino de Nexperia, Zhang Xuezheng. Según se informa, los funcionarios estadounidenses habían presionado para que se hiciera este reemplazo para evitar posibles restricciones comerciales.

Nexperia se especializa en la producción de semiconductores simples como interruptores y chips lógicos y es un proveedor esencial para la industria automotriz. Los productos se utilizan en una variedad de aplicaciones automotrices, incluidos controladores de faros LED adaptativos, sistemas de gestión de baterías para vehículos eléctricos y sistemas de frenos antibloqueo. Nexperia se fundó hace veinte años como una escisión de Philips Semiconductors y fue adquirida por Wingtech Technology en 2018 por 3.600 millones de dólares. La empresa opera plantas de fabricación de obleas en Gran Bretaña y Alemania, además de un centro de ensamblaje y pruebas en la provincia china de Guangdong, que representa aproximadamente el 70% de su capacidad de producción total.

La disputa actual es emblemática de la rivalidad tecnológica más amplia entre Estados Unidos y China, que deja a Europa en un precario término medio. Las tensiones aumentaron después de que Washington añadió a Wingtech a su “lista de entidades”, exponiendo a la empresa a controles de exportación por motivos de seguridad nacional. A continuación, Estados Unidos amplió la lista para incluir filiales de Wingtech como Nexperia e instó a los países aliados a tomar medidas similares. En respuesta a la intervención del gobierno holandés, Beijing detuvo las exportaciones de chips Nexperia desde su planta de ensamblaje de Dongguan, acusando a los Países Bajos de alterar la cadena de suministro de chips. El optimismo se produjo después de una reciente reunión de alto perfil entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder chino Xi Jinping, con informes que sugerían que Beijing aliviaría la prohibición de las exportaciones en el contexto de una tregua comercial.

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A pesar de las afirmaciones de Beijing de que las exportaciones podrían reanudarse, los problemas persisten. La unidad china de Nexperia dijo que había suspendido los envíos de obleas esenciales a su fábrica nacional, poniendo en peligro sus capacidades de producción. En represalia, la sede de Nexperia afirmó que la unidad china se negó a pagar las obleas e ignoró las instrucciones de la gerencia global, lo que generó preocupaciones sobre la calidad de los chips producidos desde mediados de octubre.

El sector automotriz se enfrenta a importantes perturbaciones a medida que los vehículos modernos dependen cada vez más de chips discretos de empresas como Nexperia. Aunque Nexperia representa sólo alrededor del 5% del mercado de silicio discreto para automóviles en términos de ingresos, su participación en volumen es significativamente mayor. Esta dependencia generalizada plantea riesgos para los fabricantes de América del Norte, Japón y Corea del Sur, como lo destacaron los directores ejecutivos de Ford y General Motors, quienes han expresado su preocupación por posibles interrupciones en la producción.

A medida que evoluciona la situación, el Comisionado de Comercio de la Unión Europea informó recientemente sobre «progresos alentadores», señalando que el Ministerio de Comercio de China confirmó una simplificación de los procedimientos de exportación de chips Nexperia a la UE y a los mercados globales. El ministerio también aceptó una solicitud holandesa de consultas para abordar los problemas. El ministro de Economía, Vincent Karremans, expresó su optimismo de que los envíos desde China pronto satisfarán las demandas de los clientes de Nexperia. En un avance positivo, Honda ha anunciado la reanudación de los envíos de Nexperia, pronosticando un regreso a la producción en la planta de Celaya en México la semana del 21 de noviembre, que tiene una capacidad de 200.000 vehículos por año. A medida que la situación continúa evolucionando, las partes interesadas mantienen la esperanza de encontrar una solución que estabilice la crítica cadena de suministro de semiconductores.



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