Créditos: www.usatoday.com
El presidente Donald Trump llegó a los titulares con su aparición en la final de los singles de US Open Singles, celebrada el 7 de septiembre. Como el primer presidente de los Estados Unidos que asistió al torneo en Flushing Meadows desde Bill Clinton en 2000, su presencia fue desaudada, pero despertó una respuesta mixta de la multitud.
A su llegada, Trump se enfrentó a vítores y enojado con los espectadores, un recuerdo de su estado polarizador en la política estadounidense. Las reacciones mixtas se mejoraron aún más por retrasos significativos causados por un aumento de las medidas de seguridad mientras la multitud esperaba su entrada. En particular, la primera dama Melania Trump, aunque los miembros de su familia, incluido el hijo Jared Kushner y la nieta Arabella Kushner, fueron acompañadas.
La presencia de Trump en el evento fue parte de una tendencia más amplia de sus tareas con eventos deportivos de alto perfil desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025. Esto incluye su participación histórica en el Super Bowl Lix, donde se convirtió en el primer presidente en funciones que estuvo presente en el juego del campeonato de la NFL en febrero. También apareció en el Daytona 500, el Campeonato de Lucha de la NCAA y varios eventos de UFC, con un intento conjunto de reclamar una presencia en la audiencia a través de deportes populares.
Si bien su participación en el US Open atrajo la atención, los videos circularon en línea para grabar las reacciones de la reunión, de modo que la profunda garganta en el sentimiento se presentó contra él entre los presentes. Además de tales eventos deportivos, Trump continuará apareciendo a finales de este mes en el torneo de golf de la Ryder Cup y continuará su participación en grandes competiciones deportivas.
Aunque la recepción mixta en el US Open es una indicación del constante legado político de Trump, también subraya la relación entre el deporte y la política en la América contemporánea, donde los atletas famosos y las figuras de alto perfil a menudo cruzan los problemas nacionales. A medida que se desarrollan varios eventos, el control público sobre las actividades de Trump sigue siendo un punto central tanto para los partidarios como para los críticos en estas ocasiones.