La administración Trump ha publicado su tan esperado plan de acción de IA y marcó una considerable bisagra de estrategias anteriores bajo la administración Biden. Esta nueva iniciativa se centra en construir infraestructura de IA, racionalización de las regulaciones para las empresas de tecnología, mejorando la seguridad nacional y promover la competencia con China. Un aspecto notable de este plan es el énfasis reducido en la reducción del daño potencial relacionado con la IA, en cambio con las inversiones en centros de datos, incluso si se requiere usar tierras federales o garantizar un poder consistente durante situaciones étnicas de energía crítica.
Las ramas de este plan pueden devolver una multitud de industrias y pueden influir en los consumidores estadounidenses diarios. Aunque no se terminan muchos detalles, el documento sirve más como una guía para futuras iniciativas en lugar de un manual operativo extenso. La administración está convencida de que este enfoque tiene como objetivo anunciar una ‘nueva edad de oro de la floración humana’ para presentar inversiones extensas en infraestructura de IA como interés público. Además de los planes de infraestructura, la estrategia incluye iniciativas para aumentar los empleados y colaborar con las autoridades locales para crear empleos con respecto a las actividades de los centros de datos.
Trump enfatizó la necesidad de acelerar la innovación estadounidense e insistir en un rechazo del «dogma climático radical» y las discapacidades burocráticas. La expresión «¡construir, bebé, construir!» Promueve su llamado a un rápido desarrollo.
Derérico por un equipo de IA y expertos técnicos, muchos con antecedentes en Silicon Valley, el Plan de Acción de IA refleja una amplia aportación pública y recopila más de 10,000 comentarios de diferentes grupos de interés. Una parte importante es el esfuerzo de la administración para obstruir las regulaciones de IA a nivel estatal a través de medidas propuestas que pueden condicionar el financiamiento federal de cumplimiento de la supervisión federal de IA. Esto es particularmente claro después de que recientemente se ha eliminado una disposición controvertida de una ley presupuestaria que la regulación estatal habría limitado durante diez años.
Además, el plan ofrece a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) para evaluar si las regulaciones estatales obstaculizan sus capacidades operativas con respecto a la IA. En el frente federal, la administración desea identificar y eliminar la administración que se considera que obstruyen la innovación y la adopción de la IA.
Otro enfoque del plan es el desarrollo acelerado de la infraestructura relacionada con la IA, incluidos los centros de datos y los fabricantes de semiconductores. La administración argumenta que las regulaciones ambientales actuales, como la Ley de Aire Limpio y la Ley de Agua Limpia, son la capacidad de los Estados Unidos para cumplir con los requisitos crecientes de la tecnología de IA. En consecuencia, existe un impulso de los procesos de reforma y la creación de caminos acelerados para compañías de infraestructura, incluso en áreas protegidas por el gobierno federal.
La agenda de Trump también incluye un fuerte sentimiento anti-China, y enfatiza la necesidad de eliminar las tecnologías extranjeras de la cadena de suministro estadounidense, en particular los vinculados a los riesgos de seguridad nacional observados. El plan expresa una dedicación para garantizar que las tecnologías de IA estadounidenses no se vean afectadas por las influencias extranjeras de «oponentes».
Un aspecto notable del plan de acción de la IA es el énfasis en proteger la libertad de expresión y los valores estadounidenses al dejar ciertos temas, como la información incorrecta, lejos de las evaluaciones federales de riesgos de IA. Este paso tiene la intención de garantizar que la política del gobierno esté de acuerdo con los principios de libertad de expresión, aunque los críticos advierten que tales acciones pueden poner en peligro los valores que desean proteger.
El plan también sugiere que la política federal de compra revisada para favorecer a los desarrolladores de modelos de IA que están comprometidos con la objetividad e imparcialidad. Sin embargo, definir y medir dicha neutralidad son desafíos considerables, mantener espacio en las implicaciones de estas pautas en la Primera Enmienda.
El enfoque interactivo de Trump también se extiende para alentar el desarrollo de modelos de IA abiertos que están inmersos en los valores estadounidenses para combatir el aumento de tecnologías similares de los desarrolladores chinos. La administración promete ofrecer más acceso a recursos para nuevas empresas e investigadores que se ocupan de iniciativas de IA abiertas.
Con respecto a la seguridad, el plan propone lanzar programas destinados a investigar la interpretabilidad y la solidez de la IA, junto con las iniciativas destinadas a evaluar los riesgos potenciales de las tecnologías de IA con respecto a las amenazas de seguridad nacional.
El centro de acción de IA es el enfoque en la seguridad nacional, con un mayor énfasis en la integración de las tecnologías de IA dentro del dispositivo de defensa estadounidense. Las agencias federales tienen la tarea de comparar regularmente la producción preliminar de AI en los Estados Unidos con la de oponentes como China y ajustar las estrategias en consecuencia.
En general, el plan subraya la obligación de mejorar la posición estadounidense en el panorama mundial de IA y al mismo tiempo abordar desafíos potenciales relacionados con el rápido desarrollo de estas tecnologías. La administración claramente se posiciona a favor de un enfoque agresivo y orientado a la innovación para la IA, probablemente reformando el panorama futuro del desarrollo tecnológico en los Estados Unidos.