Con el impresionante telón de fondo del Parque Nacional South Luangwa de Zambia, el último documental sobre vida silvestre de BBC One ofrece a los espectadores una visión íntima de la vida de los animales salvajes. Narrado por el icónico David Attenborough, el documental se centra en la complicada dinámica entre cuatro familias de animales rivales durante cinco años, lo que lo convierte en una experiencia inmersiva y atractiva.
En lugar de las aventuras trotamundos que caracterizan a la mayoría de las series sobre la naturaleza, este documental se centra en los dramas que se desarrollan dentro de un único ecosistema. La escena inicial presenta un recorrido aéreo por el parque, presentando a los espectadores a sus ricos habitantes: una manada de leones, una jauría de perros salvajes, un clan de hienas y una familia de leopardos. Este enfoque constituye la base para una inmersión profunda en las complejas relaciones entre estas especies.
El público conoce a los personajes de este drama natural a través de historias antropomorfas. Olimba, la matriarca leopardo, lidera a sus luchadores cachorros, Mutima y Moyo, mientras que Storm, la perra salvaje hembra alfa, regresa con un collar que plantea dudas sobre la dinámica de su manada. Tandala, la matriarca hiena, experimenta los desafíos de esconder su comida durante el embarazo, mientras Rita, una noble leona, lucha por mantener su dominio dentro de su familia y enfrenta amenazas externas.
Lo que distingue a este documental es su capacidad para capturar las jerarquías estratificadas dentro del reino animal. Las interacciones entre especies revelan matices sorprendentes; Por ejemplo, un solo leopardo puede mostrar agresión hacia un perro salvaje y aun así someterse a una manada formidable. Esta intrincada representación se complementa con una cinematografía impresionante y una música fascinante, que evoca una sensación de urgencia e inversión en las vidas de estas criaturas.
A medida que los espectadores se involucran emocionalmente, se enredan en las historias individuales, preguntándose sobre el destino de presas potenciales o temiendo por la seguridad de un cachorro. Esta pasión narrativa resuena a nivel humano, haciendo que cada encuentro se sienta urgente y significativo.
Mientras tanto, en un panorama televisivo no relacionado, “Welcome to Derry”, una precuela de HBO de “It” de Stephen King, explora la ciudad de Maine del mismo nombre en la década de 1960. Si bien la serie se inspira en el legado de terror de King, la serie navega por tropos familiares del terror estadounidense. El programa aborda temas oscuros bajo una superficie aparentemente idílica, siguiendo la trillada historia de niños que se enfrentan a un mal invisible.
Si bien la serie presenta momentos de espantoso horror y tensión corporal, la serie adolece de inconsistencias tonales y una trama general que a veces parece sin vida. Las comparaciones con ‘Stranger Things’ son inevitables, ya que ambas series presentan a jóvenes protagonistas que se enfrentan a la oscuridad mientras los adultos permanecen ajenos. Sin embargo, la infusión de humor y alegría en ‘Welcome to Derry’ a menudo choca con los elementos de terror, dejando a los espectadores con ganas de un equilibrio más cohesivo.
A medida que avanza la serie, la dependencia de los sobresaltos y las imágenes apasionantes puede resultar impredecible. Un enfoque refinado que armonice los diferentes tonos podría mejorar la experiencia visual, rompiendo las convenciones del terror e invitando a un nuevo examen de sus temas.
Mientras se transmiten “Kingdom” y “Welcome to Derry”, resaltan el espectro de la narración televisiva, mostrando poderosos momentos de conexión y reflexión, ya sea en las tierras salvajes de Zambia o en las calles embrujadas de un pequeño pueblo de Maine.



