Irán ha rechazado fuertemente las afirmaciones del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu sobre su programa de cohetes, por lo que las afirmaciones son exageradas e infundadas. En una entrevista reciente con el podcaster estadounidense Ben Shapiro, Netanyahu Irán acusado de misiles balísticos intercontinentales que pueden llegar a las ciudades estadounidenses, lo que sugiere que estos misiles pueden tener un alcance de hasta 8,000 kilómetros (4,971 millas). Se dio cuenta específicamente de que esta gama permitiría a los misiles iraníes centrarse en grandes centros urbanos estadounidenses, incluidos Nueva York, Washington y Miami, incluso refiriéndose a la residencia del ex presidente Donald Trump en Florida.
Los comentarios de Netanyahu reflejan una creciente preocupación por las capacidades militares de Irán, en particular porque las tensiones entre Israel e Irán se intensifican. En su respuesta, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, condenó estas declaraciones y afirmó que fueron un intento de Israel de retratar las capacidades defensivas de Irán como una amenaza inminente. Acusó a Israel de la producción de miedos con respecto a la arena de cohetes de Irán en lugar de enfrentar la realidad de la situación.
Irán tiene un stock sustancial de misiles balísticos producidos en su propio país, como el Shahab-3, que tiene un rango de hasta 2,000 kilómetros (1,243 millas), haciendo posible los ataques directos contra Israel. En los últimos meses, los testigos han sido testigos de una escalada en las hostilidades, con un notable conflicto caracterizado en junio por una serie de ataques aéreos israelíes sin precedentes dirigidos a lugares militares y potencialmente nucleares en Irán. En represalia, los ataques de Irán Raket y Drone contra Israel y se centraron en la base militar estadounidense más grande en el Medio Oriente, ubicada en Qatar.
Después de un cese, los incendios el 24 de junio, los líderes políticos y militares iraníes advirtieron constantemente sobre el potencial de un conflicto renovado, donde reclamaron su listón para la guerra mientras repitieron que no lo estaban buscando. El trasfondo de estas tensiones crecientes se ve exacerbada por las acusaciones continuas de los países occidentales e Israel de que Irán no solo promueve su tecnología de cohetes, sino que también se esfuerza por el desarrollo de armas nucleares. Sin embargo, Irán ha negado repetidamente estas acusaciones y explica que su programa nuclear solo está destinado a fines pacíficos, incluida la producción de energía y la investigación médica.